Fin al infierno okupa de Blanca y Miguel: el matrimonio enfermo de Fuenlabrada logra volver a casa tras 5 años
Los inquilinos dejaron de pagar el alquiler hace 4 años y amenazaban con no abandonar la vivienda, pero la presión vecinal permite a los dueños recuperarla
Hace cinco años, Blanca y Miguel alquilaron su piso de Fuenlabrada a un matrimonio, pero pronto empezó su pesadilla. Un año después, los inquilinos decidieron dejar de pagar el alquiler, con mensualidades que ascendían a los 600 euros. Este lunes, Blanca y Miguel -ella, enferma de cáncer y él, de párkinson- han recuperado su casa gracias a la presión vecinal.
A las 19 horas, un centenar de personas se han concentrado en las inmediaciones de la calle de Viena, en el municipio del sur de Madrid. «Okupas no, seguridad en nuestros barrios», podía leerse en las pancartas desplegadas en la vía pública, en la entrada del inmueble. Quince minutos después, ha llegado la buena noticia: los okupas abandonarán este martes o el miércoles, en cuanto recojan sus pertenencias, la vivienda.
«Estamos muy contentos, por fin, por fin», ha dicho Blanca, la propietaria, cuando ha entrado al edificio, protegido por agentes de la Policía Nacional para que no se produjesen altercados. Algunos de los manifestantes han intentado entrar por la fuerza en el bloque, golpeando y aporreando la puerta de cristal de la entrada. «Pueden ser sus abuelos a los que roben el piso. Mejor que cuelguen la gorra si no cumplen con su deber», han gritado algunos de ellos, criticando la presencia policial. Precisamente eso, cumplir con su deber, era lo que han hecho los agentes.
«Ahora esta es también vuestra casa», ha añadido Blanca, a modo de agradecimiento, dirigiéndose a todos los fuenlabreños que la arropaban, ante la presencia de Desokupa, empresa que se ofreció a ayudarlos al conocer su caso. Todavía no han podido acceder al domicilio, lo harán en 48 horas, cuando los hasta ahora moradores les entreguen las llaves.
«Es horrible, no se lo deseo a nadie. No he hecho nada malo y no entendemos cómo nos está pasando esto», dijo el matrimonio en Telemadrid, hace semana y media, cuando contaron su caso: «Necesitamos tener paz los días que nos queden». Según explicó ante las cámaras, ella padece cáncer y su marido, Emilio, párkinson.
«Necesitamos la vivienda», subrayaron. Él afirmó que tras expirar el contrato, les ampliaron seis meses el alquiler por la pandemia. «Y ahora no se van», añadió. La okupa reconoció los hechos ante Telemadrid. «¿A dónde voy a ir con cuatro niños? Si les devuelvo la casa, ¿a dónde voy?», preguntó y aseguró que sólo se iría con una orden judicial. Ahora, sin orden, dejarán la casa que el matrimonio necesita.
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