Las incógnitas en la muerte de Mayte Cantarero, la joven desaparecida en Rivas que se precipitó desde 30 metros de altura
La Guardia Civil descarta la participación de terceros puesto que Mayte Cantarero no tenía signos de violencia e investiga si fue un accidente o algo intencionado
Mayte Cantarero llegó a Madrid a finales de 2019 con una maleta cargada de sueños. Había abandonado el barrio de Fidiana de su Córdoba natal, donde se crio, para buscar un mejor futuro y un trabajo en la capital. Sus planes, desgraciadamente, se truncaron el domingo por la tarde, día en el que se le perdió la pista tras salir a pasear por la Laguna del Campillo , en el Parque Regional del Sureste. Ayer, la Guardia Civil confirmó el peor de los presagios al encontrar el cuerpo sin vida de la joven, de 27 años, en una zona escarpada del paraje. La principal hipótesis que manejan los investigadores es que el fallecimiento se debiese a una precipitación voluntaria o accidental , un extremo que tendrá que ser confirmado por la autopsia. Lo que sí se descarta, de momento, es la implicación de otra persona en el suceso , puesto que el cuerpo no tenía signos de violencia, pero sí magulladuras de la propia caída.
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Desde que llegó a la localidad de Rivas-Vaciamadrid , al sureste de la capital, Mayte se instaló en la casa de sus tíos. Había trabajado en una inmobiliaria y como dependienta y, recientemente, había regresado al municipio tras pasar unos días de vacaciones con su hermana. El domingo, a las cinco de la tarde, la joven cordobesa cogió su móvil, los auriculares, un paquete de tabaco y emprendió camino hacia la zona montañosa . Al día siguiente su familia, preocupada, denunció la desaparición , al no recibir noticias de ella y después de que su móvil dejase de emitir señal a eso de la una de la madrugada. «Siempre nos avisaba y nos decía a dónde iba. Nunca se había fugado ni tenía motivos para ello», relató su hermana a Ep.
Multitudinaria búsqueda
Inmediatamente, se iniciaron las indagaciones y se puso en marcha un dispositivo de búsqueda. Unos testigos relataron a la Guardia Civil que la habían visto dirigirse hacia la zona de la Laguna del Campillo, que abarca un área de 31.000 hectáreas. Gracias a su testimonio y a los repetidores de frecuencia , cuadricularon la zona en la que había dado señal su móvil para comenzar las batidas. A ellas se sumaron agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana, el Grupo de Intervención y Rescate de Montaña de la Guardia Civil, Policía Local, Bomberos y voluntarios de Protección Civil, además de la Unidad Cinológica. En total, casi un centenar de efectivos .
Esta última inspeccionó el miércoles, sin éxito, las inmediaciones en las que apareció el cadáver . Fuentes de la Guardia Civil explicaron a ABC que el cuerpo estaba en una zona no transitable, abrupta, de 30 metros de desnivel y tapado por unas ramas , por lo que era imposible que los perros accedieran hasta él.
Ayer, a las once de la mañana, el equipo de rescate de montaña que sobrevolaba la zona fue el que dio la voz de alarma al vislumbrar algo que le llamó la atención. Automáticamente, lo comunicaron al jefe de dispositivo , que se desplazó hasta el sitio marcado, comprobó que el cuerpo coincidía con las características de la joven (pelo castaño, ojos azules, 1,75 de estatura y ropa marrón) y confirmó el terrible hallazgo. El punto exacto donde estaba, a varios kilómetros del lugar en el que se la vio por última vez, está rodeado de cuevas, recovecos y masa arbórea que dificulta la visión. En la parte superior sí que hay un paseo, que Mayte conocía ya que solía salir a caminar por allí, aseguraron fuentes del caso. Es desde ahí desde donde se investiga si se cayó voluntaria o accidentalmente, ya que al parecer ese día no llevaba el calzado adecuado para transitar el lugar. La investigación también intentará esclarecer si la joven seguía algún tipo de tratamiento psicológico por depresión .
Tras saber la noticia, los padres (que habían viajado desde Córdoba el lunes para participar en la búsqueda) y la hermana tuvieron que ser atendidos por el servicio de acompañamiento del duelo del Ayuntamiento de Rivas , tal y como explicó el alcalde de la localidad, Pedro del Cura. «Ahora los familiares están asumiendo el shock del desenlace con el apoyo de un psicólogo », manifestó.
Los agentes de la Policía Judicial se encargaron del levantamiento del cadáver que, al cierre de esta edición, estaba en el Anatómico Forense a la espera de que se le practicase la autopsia .