Incendio en el taller clandestino: una venganza a fuego con giro de búmeran y grabada con el móvil
Tres jóvenes, uno menor, sufren graves quemaduras tras meterle fuego a un taller clandestino
Jirones de piel, un teléfono móvil retransmitiendo por Instagram la escena, trozos de ropa quemada, un soplete, mecheros, su documentación... Es lo que encontraron agentes de la Policía Municipal de Carabanchel en el taller clandestino que fue incendiado, presuntamente, por tres jóvenes en un intento de ‘vendeta’ contra los encargados del negocio ilícito. El tiro les salió por la culata, porque los tres chavales están ahora sedados en las unidades de Quemados de los hospitales de Getafe y de la Paz, referencias en estas lesiones. Presentan lesiones por fuego en el 30%, 40% y 60% del cuerpo.
Explotación laboral
La Policía Municipal investiga la relación de los tres pirómanos con la empresa. Son dos chicos de 20 y 17 años, nacidos en Marruecos, y otro nacido en Madrid, de 20, pero de origen también maroquí. Se da la circunstancia de que el pasado 29 de marzo, la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional realizó una inspección en el lugar, una primera planta del número 24 de la calle de la Secuoya. Es un polígono del distrito de Carabanchel.
Quedó al descubierto, tras una denuncia anónima, que allí había 24 personas, casi todas mujeres marroquíes, trabajando en la confección de prendas para venderlas en mercadillos o incluso uniformes de colegios. Cobraban una miseria o, sencillamente, nada. Se detuvo entonces al matrimonio que lo lleva, de 44 y 39 años, así como a nueve personas explotadas, por carecer de permiso de trabajo y residencia.
Asalto a un VTC en llamas
Tras el incendio de este fin de semana, se ha investigado las amenazas recibidas por los explotadores de gente que está residiendo en Marruecos, pero no se descarta que los tres heridos recibieran el encargo. Lo cierto es que fue una patrulla de la Unidad del Distrito de Carabanchel de la Policía Municipal, que estaba realizando controles de alcoholemia, la que observó a las 4.10 horas del domingo, cómo tres jóvenes, «de manera muy agresiva» , pararon a un VTC en las inmediaciones de Secuoya con Aguacate. Dos se montaron en el asiento trasero y otro en el capó.
Esta primera patrulla se acercó y los tres chavales salieron corriendo. Pidieron refuerzos a Carabanchel y les pillaron en la confluencia de Aguacate con Vía Lusitana. Los chicos estaban prácticamente desnudos y con gran parte de sus cuerpos abrasados. Y reconocieron: «Nos hemos quemado con gasolina» . Primero dijeron que fue un acto autoelítico, pero estaba claro que no. El Samur fue comisionado y trasladó a los tres a los hospitales, donde permanecen con custodia policial, en calidad de detenidos. Aún no se les ha podido tomar declaración, por su estado.
Esa misma noche, los policías municipales regresaron al lugar. De una nave de Secuoya, 24, salía humo. Dentro, había dos focos del fuego (indicativos de que era algo intencionado), en los que además se hallaron restos de gasolina, en la primera planta. Era el taller clandestino.
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