«Harry Potter y el Legado Maldito»
Noche mágica para hacerse con el nuevo libro de Harry Potter
Librerías del centro de Madrid organizan una fiesta y se mantienen hoy abiertas durante la madrugada para los que quieran comprar el ejemplar, que sale a la venta mañana, miércoles 28
«El niño que vivió», tenía 10 años cuando llegó a la vida de niños y adolescentes que, a finales de los noventa, quedaron prendidos de sus historias. Su creadora, Joanne Rowling publicó «Harry Potter y la Piedra Filosofal» en 1997, aunque España la vería años más tarde, en 1999. Ahora, 17 años después, sale a la venta «Harry Potter y el Legado Maldito», la octava y última entrega de la saga . Esta vez, con J. K. Rowling de coautora junto a Jack Thorne y John Tiffany.
El éxito de estas novelas trascendió a la gran pantalla y reventaron records de ventas en cada una de las entregas; algo que todavía hoy se mantiene. Las librerías españolas llevan meses haciendo reservas del último libro a los fans que no quieren dejar pasar ni un día desde que salga publicado mañana, miércoles 28 .
En Malasaña, una pequeña tienda – Omega – situada en la calle Luna celebra hoy la vuelta de un Harry adulto, casado, con tres hijos y que trabaja en el Ministerio de Magia, con una fiesta temática del universo Potter. Los dependientes irán disfrazados de personajes de la saga, y habrá juegos y «sorpresas» para los que se acerquen a comprar su ejemplar. Con este evento, pequeños comerciantes como esta librería de Malasaña se suman al festejo de grandes almacenes como la Fnac, que también permanecerá abierta a medianoche.
Desde Omega, aseguran que ya han reservado casi todos los ejemplares que recibirán hoy, pero que no podrán vender hasta mañana. Explican que la editorial es «muy estricta» en cuanto a la fecha de lanzamiento, por lo que no les permiten vender «Harry Potter y el Legado Maldito» ni un minuto antes del día 28 . Por ello, Omega se mantendrá abierta esta noche y, de esta forma, a las 12 en punto –y hasta las 2 horas– los fanáticos podrán hacerse con él e irse a dormir con un «Harry bajo el brazo».
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