La guerra de los comerciantes del Rastro con el Ayuntamiento de Madrid

Los vendedores ambulantes votan hoy la tercera oferta del Consistorio: cuatro zonas valladas y el 50% de puestos ambulantes

Protesta de los comerciantes del Rastro, hace dos semanas EFE

Carlota Barcala

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Las antigüedades no se asoman a las calles del centro de Madrid desde hace cuatro meses, los toldos ya no cubren de plástico el asfalto de Lavapiés y las ofertas de los comerciantes del Rastro no resuenan por la plaza de Cascorro, otrora atosigada de paseantes y clientes todos los domingos. Los comerciantes votarán hoy la última propuesta del Ayuntamiento de Madrid para llevar a cabo la reapertura, tras un centenar de días sin ventas ni ingresos, pero, a falta de que los 500 vendedores acudan a las urnas, las asociaciones representantes ya han tildado la propuesta de «discriminatoria» con la venta ambulante.

«El Ayuntamiento quiere desmantelar el Rastro histórico, borrar su historia y su cultura», afirman desde El Rastro Punto Es, Argatsana y Asiveras, y continúan: « Sigue planteando desubicar todos los puestos que lo componen , así como suprimir todas las zonas temáticas que es lo que hace singular al Rastro». De esta forma muestran su indignación ante la tercera propuesta de la Corporación municipal, que se basa en autorizar la instalación del 50% de los puestos (casi 500) mediante un vallado perimetral que separe el mercadillo en cuatro zonas: una en la Ribera de Curtidores, con 147 puestos; otra en Vara de Rey, con 74; la tercera en la plaza del Campillo de Nuevo Mundo, con 52, y, por último, 196 puestos en la Gran Vía de San Francisco.

«De esta forma, crearían cuatro mini mercadillos aislados unos de los otros, con controles de aforo que tendríamos que organizar los vendedores cada domingo instalando las vallas o contratando empresas privadas de seguridad», critican los representantes de los asociados, que afirman que esta propuesta lo único que haría sería crear «guetos» o «isletas de venta inconexas». «Mientras que el Ayuntamiento siga empecinado en montar mercadillos fuera de nuestro entorno habitual seguiremos protestando», explica Pedro Santos, portavoz de la asociación El Rastro Punto Es. Para este representante lo más importante no es el aforo, sino permanecer en el enclave, que es lo que les da «nombre». «Desubicarnos es algo incomprensible, y más en una plaza tan amplia y grande como la de Cascorro. No entendemos por qué quieren sacarnos de nuestro entorno. Si el Rastro no se hace en su ubicación centenaria no es el Rastro», subraya.

A falta de 48 horas para que se pueda celebrar , todo indica que la reapertura se retrasará por tercera vez. Así lo ha indicado también la portavoz del Gobierno municipal, Inmaculada Sanz. «No está en nuestra mano la fecha, pero es un límite complicado abrir este domingo», afirmó ayer la también delegada de Seguridad y Emergencias. La diferencia de posturas entre unos y otros sigue retrasando la instalación de estos puestos ambulantes, que acusan: «Entendemos que no hay voluntad política para conservar el Rastro tal y como es».

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