Gracias, Costello Club
Gerbass, bajista de Sidecars y encargado de la sala durante varios años, dice adiós a esta ermita de la música en directo con un emotivo texto para ABC
Siempre hemos cumplido años a la par, ambos empezamos a existir en 2006. Desde entonces hemos sido inseparables.
Meses antes de meternos a grabar lo que sería nuestro primer álbum, conocimos a unos hermanos que acababan de abrir un bar de rock & roll. Parecía que no había personalidad que se preciase del mundillo de la música que no pasara por allí alguna noche.
Resulta que esos hermanos Marin, Dani y Paco, fundadores e ideólogos de Costello Club, tenían un sello modesto que se llamaba Slim Music. Tras vernos por algunos de los conciertos que dábamos en Madrid, escuchar una maqueta que habíamos grabado y asociarse con Attraction management, nos ficharon.
Desde entonces esta relación en paralelo ha sido nuestra universidad del músico.
Esos hermanos nos instaron a pasar por el club al menos una vez a la semana para empaparnos de la escena.
Y es a partir de aquella invitación que Costello se convierte en nuestra sede.
Allí hicimos nuestro primer 'entradas agotadas', rodamos nuestro primer videoclip ('El Jugador'), nos encontramos con artistas que nos han influenciado, conocimos a alguna exnovia y un sin fin de momentos inolvidables más.
Dieciséis años de hermandad en los que no hemos parado de visitarlo, hacer entrevistas, conciertos, showcases, ensayos, pinchadas, celebraciones de gira, incluso trabajo al otro lado de la barra.
Por mucha pena que nos de su cierre, no podemos más que estar orgullosos y eternamente agradecidos.
Las salas de conciertos como Costello son úteros para las músicas y los músicos. Lugares donde terminamos de formarnos y aprendemos todo para ser profesionales de este precioso gremio de la música.
Costello Club siempre estará en nuestro corazón.
