Los gimnasios pierden adeptos en verano
Únicamente los turistas aumentan la venta de «pases de día» en los centros mejor situados
«Yo vengo al gimnasio varias veces a la semana durante todo el año. Y este mes hay muchísima menos gente». Son palabras de Paloma, una joven que sale del Basic-Fit de Fuencarral. «Muchos de los usuarios son nuevos», constata esta socia. De hecho, su centro se sirve de estrategias para atraer nuevos clientes en periodo estival: «Hay promociones para los que se apunten ahora. Pagan una ganga por la matrícula y, además, se llevan de regalo dos toallas». Pese a todo, la escasez de público es evidente.
El éxodo estival pasa factura a todas las salas deportivas de la capital. «Agosto sigue siendo el momento preferido por la gente para irse de vacaciones. Por eso la afluencia de público es un 30% menor que en otros meses del año», sostiene Juan Francisco Ramírez , director de Operaciones de Infinit Fitness . Y eso que, coincidiendo con la celebración de los Juegos Olímpicos de Río 2016 , la cadena ha tenido en las últimas semanas un 60% más de nuevos socios respecto al mismo periodo del año pasado.
La temporada baja también es palpable en los gimnasios de barrio. En Opera Gym , en el número 3 de la calle de Fomento, pierden en estas fechas un 50% de sus clientes habituales. Los que siguen acudiendo a hacer ejercicio son, en palabras de uno de los empelados, «clientes que ya han vuelto de las vacaciones o que todavía no se han marchado y lo van a hacer en septiembre». La diferencia entre julio y agosto es «muy grande», aunque depende del año. En 2015 notaron que su público habitual se iba menos de veraneo . «Este año, quizá porque la economía ha ido a mejor, se están marchando más». Es lo que percibe este trabajador veterano. Y apunta otro dato: «Como estamos en el centro, ahora viene mucho turista». De hecho, en agosto se venden un 30% más de pases de día . Los horarios, por su parte, se descontrolan: «Se pierde esa rutina de los meses de invierno en los que siempre sabes cuál es la hora punta ».
La ubicación de los locales influye. En el gimnasio Metropolitano , en plena zona universitaria, hay un 70% menos de usuarios . Pese a todo, el horario de apertura y de cierre se mantiene intacto. Eso sí: algunas clases colectivas se eliminan . «En septiembre esto estará de nuevo a rebosar. La gente regresa a Madrid y querrá enmendar los excesos cometidos durante el verano», afirma entre risas Juan, un joven que sale de entrenar.
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