La falta de mantenimiento y personal deja cerradas piscinas municipales
San Blas acaba de abrir y sigue en obras; a Aluche le ocurrió igual; y La Elipa, El Lago y Palomeras tienen varios vasos cerrados
Aunque la temporada de las piscinas municipales de verano empezó el 12 mayo, para algunas prácticamente acaba de iniciarse ahora. Es el caso de la de San Blas, que arrancó el 15 de agosto en plena canícula, a tan solo un mes de que las 22 existentes cierren. Lo peor del caso es que sigue en obras , y un día después de su apertura de los dos vasos de tres útiles (el tercero se está reformando), uno de ellos estaba «averiado»: el infantil. Dentro no había ni un alma; el ruido provocado por los albañiles y el inhóspito paisaje no invitaba al solaz ni a darse un chapuzón.
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Lo sucedido en la de San Blas o en la de Aluche (Latina), que comenzó la temporada con obras en los vestuarios –finalizaron hace apenas una semana–, son el ejemplo de la f alta de un plan de mantenimiento programado en las instalaciones municipales, denuncian los sindicatos CC.OO. y UGT.
A medio gas
Esta cuestión ha provocado, además, que otras estén funcionando este verano a medio gas; es decir, que tengan piletas clausuradas. Este es el caso de la piscina de La Elipa (Moratalaz). El pasado 16 de agosto seguía al 50%: la olímpica y la infantil estaban operativas; mientras que las denominadas gemelas, clausuradas. Lo mismo sucedía en la de Palomeras (Puente de Vallecas).
En la del Lago de la Casa de Campo (Moncloa-Aravaca) solo una de las tres existentes presta servicio. La piscina cubierta tuvo que ser cerrada por el peligro de colapso en la estructura , totalmente corroída por los años de pésimo mantenimiento. Comenzaron las obras para derribar la vieja piscina y levantar la nueva, pero la Comisión Local de Patrimonio las paró al estar en una zona declarada Bien de Interés Cultural (BIC), indicaron fuentes municipales. Ahora se está a la espera de superar el último trámite para reanudar los trabajos en septiembre.
En cuanto a la del Cerro Almodóvar (Villa de Vallecas), solo funcionan la infantil y la climatizada de invierno. Las otras dos están siendo remodeladas. Las que están cerradas del todo son la de La Mina (Carabanchel) y la de José María Cagigal (Moncloa), sometidas a una reforma integral.
Pero eso no es todo. Algunas de las que están abiertas están pidiendo a gritos una reforma , precisa Antonio Soler, portavoz del comité de empresa de Instalaciones Deportivas municipales de UGT. Alude a las más antiguas, como las de Puente de Vallecas, Orcasitas o incluso Entrevías, que abrió con retraso. En cuanto a la de San Blas, «no debería funcionar;no es segura para los usuarios», precisa.
«Es lamentable. Cuando hay una fuga o un problema puntual se repara; se va parcheando, pero no se previene desde hace muchísimo tiempo», recalca desde CC.OO. Rubén Triviño, responsable de centros deportivos.
Un 70% de interinos
Otro de los problemas que impide a los trabajadores prestar un buen servicio a los usuarios y mantener abiertas todas las instalaciones es la precariedad laboral, a juicio de Soler.
«El personal está bajo mínimos. El 70% de la plantilla la componen interinos, una auténtica barbaridad. A eso hay que añadir que muchas jornadas son parciales –de 14 y 21 horas semanales–, lo que incluye a los fijos, excepto a los contratados para el verano», critica Soler. Ante esta merma, si un socorrista se da de baja –como no se cubre–, se opta por cerrar siempre la piscina infantil, ya que tiene que haber uno por vaso, una situación que se repite este año. Y también las colas los fines de semana en las taquillas porque solo hay un puesto abierto», agrega.
Triviño apuesta por aumentar los retenes de verano (sanitarios y socorristas), por insuficientes. Sobre el personal, no ve tanto déficit, aunque dice que se perdió la mitad de la plantilla entre 2012-2016 y no se ha podido recuperar por el techo de gasto: «Algunas instalaciones lo sufren más que otras». La web del Ayuntamiento recoge 18 de las 22 existentes (excluye las cerradas y las que abrieron tarde).