Expediente al Ayuntamiento por tocar sin permiso un muro protegido
Utilizaron bloques de hormigón blanco prefabricado para restaurar la cerca, fechada en el siglo XIX
La Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid ha abierto diligencias al Ayuntamiento de Madrid por unas obras sin permiso sobre un muro histórico del siglo XIX, situado en una zona de jardines frente al Palacio Real, y que ha sido restaurado «empleando bloques de hormigón blanco prefabricados ». Los elementos utilizados, según fuentes de Patrimonio, «son inaceptables y contradicen todo criterio de respeto al patrimonio artístico». Este organismo estudiará ahora las circunstancias concretas y determinará si se inicia o no un procedimiento sancionador.
El muro se encuentra en el Jardín de Larra, situado en la calle Bailén. En junio pasado, el Gobierno municipal de Madrid presentó ante la Comisión Local de Patrimonio Histórico un proyecto para acometer la restauración de la muralla cristiana de la ciudad en este punto. Para ello, se proponía realizar una serie de catas y sondeos arqueológicos para estudiar a fondo la zona afectada, y el acondicionamiento posterior de la zona. El proyecto fue aprobado en noviembre y se iniciaron los trabajos.
Los arqueólogos del Ayuntamiento realizaron importantes hallazgos en la zona: restos de un antiguo basurero islámico con carbones, huesos de animales y restos cerámicos, partes de estructuras constructivas y restos de la antigua muralla islámica de Madrid. Todos ellos fueron documentados y protegidos convenientemente.
«Inaceptables»
Pero según fuentes de la consejería de Cultura, que dirige Jaime de los Santos , el Ayuntamiento permitió luego que se interviniera en uno de los muros históricos anexos, que también está protegido y que data del siglo XIX. Es en esa intervención, que se llevó a cabo sin autorización de la Comisión Local de Patrimonio, donde se han utilizado los bloques de hormigón blanco prefabricados. Algo que desde la Dirección General de Patrimonio, cuya responsable es Paloma Sobrini , se consideran «técnicas y materiales completamente inadecuados que suponen un impacto negativo tanto en el muro como en su entorno».
Los bloques blancos colocados, el remate del muro y los rejuntes entre las piezas, insisten, «son inaceptables y contradicen todo criterio de respeto al patrimonio artístico».
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