Exámenes presenciales en plena tercera ola: «No entiendo que nos hagan venir con los contagios disparados»
Los estudiantes de la Universidad Autónoma, que se aglomeran en trenes y facultades para examinarse, cuestionan la seguridad del proceso
Del tren de las 10.05 se bajan decenas de estudiantes. Varios salen de la estación de Cercanías a la carrera. Otros con las carpetas y apuntes bajo el brazo. La época de exámenes ha arrancado esta semana para los más de 30.000 alumnos de la Universidad Autónoma de Madrid, postergada por la gran nevada que trajo el temporal Filomena. A primera hora de la mañana, la niebla y la situación epidemiológica convierten Cantoblanco en un campus fantasma mientras los universitarios se juegan sus notas en las aulas. También su salud .
«No entiendo que nos hagan venir si se están disparando los contagios», critica Ana, estudiante de primer año de Biología, poco antes de que comience su examen. A unos minutos de que el reloj marque las once, los jóvenes charlan y se arremolinan en los pasillos de la Facultad de Biología. «Nos parece mal, mal» , coinciden los amigos de Ana, Sofía y Álvaro. «Yo tuve a un familiar con Covid y lo pasé bastante mal, así que vengo preocupado», añade Álvaro. «Lo peor es el Metro», apunta Ana. Su primer año universitario se ha convertido en un curso atípico, semipresencial y con las horas de prácticas reducidas. La soñada vida estudiantil se ha esfumado . «Al principio se creó un grupo de Twitter para conocernos por ahí, y nos vimos el día de la presentación, pero solo tenemos dos clases a la semana», cuenta Sofía.
Aunque los bancos y mesas del edificio están decorados con un precinto, la cafetería de la facultad está abierta. Las ventanas también. Siete jóvenes se sientan en una mesa, ajenos a las nuevas restricciones sanitarias, que limitan desde este lunes las reuniones a un máximo de cuatro personas. Los siete opinan. «Si el curso es online, que los exámenes sean online» . «Yo prefiero que sean presenciales, pero si no puede ser por la situación...». «Dentro estamos separados y no podemos compartir nada». «Los exámenes pasan 48 horas en cuarentena». «O eso nos dicen». El camarero interrumpe la conversación: «Chicos, solo podéis estar cuatro». «¡Ah, perdón! No lo sabíamos, pero ya nos vamos al examen», se disculpan y se unen al bullicio del pasillo principal. A las clases se entra en fila india.
Pese a las medidas de seguridad, la Facultad de Derecho de la Autónoma fue testigo ayer por la mañana de varias aglomeraciones. Amaia y Ramón, estudiantes de segundo año que entrelazan sus manos mientras hablan, acudieron por la tarde al mismo edificio. «Fue mejor, porque nos pidieron ir en fila. Pero hay algunas clases que no tienen ventanas y estamos apiñados », aseguran. El campus enmudece cuando los alumnos entran en las distintas facultades, salvo por el ronroneo de varias motosierras. Las zonas verdes, con ramas rotas y árboles inclinados, están precintadas y los operarios aún tienen trabajo por delante para borrar los restos de Filomena.
Filomena retrasó las pruebas
La borrasca y su manto blanco retrasó el inicio de los exámenes de algunas facultades. «Deberíamos haber acabado hace dos semanas», afirma una decena de jóvenes de primer año de Educación Primaria que acaban de estrenarse con la prueba de Sociología de la Educación. «Por lo menos, hoy no hacía frío, estaban las ventanas abiertas de par en par y la calefacción a tope», agradecen. Muchos preferirían quedarse en sus casas. «No lo entiendo, bajan los casos y tenemos que dar clases online, suben los casos y estamos en la tercera ola y nos hacen venir », cuestiona uno de ellos.
La decisión la tomaron, a mediados de enero y por unanimidad, todas las universidades madrileñas, tanto públicas como privadas, y luego fue ratificada por el Gobierno madrileño y el Ministerio de Universidades. Los exámenes, como las clases, se rigen por el protocolo de seguridad vigente desde el pasado septiembre: distancia, mascarilla, ventilación, horarios de entrada escalonados, señalética... Desde la Consejería de Universidades transmiten tranquilidad: «Los exámenes se están desarrollando con absoluta normalidad», aseveran. Las aglomeraciones en la Facultad de Derecho fueron un «momento puntual». «Los campus son lugares seguros, no se ha producido ningún contagio en las aulas », recuerdan fuentes regionales.
Sofía tiene 27 años, es profesora ayudante de Biología e imparte desde hace un año las prácticas de Zoología. «Creo que se deben tomar las medidas oportunas en cada momento. Muchos estudiantes van con retraso académico, porque el curso empezó más tarde, porque algunos se contagian y tienen que pasar la cuarentena...», explica tras aspirar el humo de su cigarrillo. «Hacer un buen seguimiento de la educación ahora es complicado», zanja. Las universidades han optado por las pruebas presenciales para evaluar adecuadamente los conocimientos de sus alumnos. No obstante, son un colectivo en la diana del virus. La incidencia acumulada en la horquilla de entre los 14 y 29 años de edad ya supera los 1.100 casos por cada 100.000 habitantes.
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