Estilo clásico y un chef cinco estrellas Michelin para el Ritz del siglo XXI
El hotel, que reabre en verano, descubre su cúpula y ficha a Quique Dacosta para dirigir la oferta gastronómica
Una lona, flanqueada por dos grúas y decenas de andamios, protege la icónica fachada del Hotel Ritz . En el piso superior, cerca de la cúpula, trabajan los obreros para su puesta a punto. Ellos, con las directrices del arquitecto español Rafael de La-Hoz y los interioristas , son los encargados de materializar la reforma más importante del emblemático complejo en sus 110 años, que lo ha mantenido cerrado en su totalidad por primera vez, incluso con un trágico episodio hace poco más de un año . Los secretos de la remodelación, ocultos tras el toldo, pronto se descubrirán: se prevé que abra sus puertas el próximo verano convertido, en el Mandarin Oriental Ritz . Mantendrá su carácter único, propio del estilo Belle Époque; será clásico, pero a la vez sofisticado y con mezclas contemporáneas visibles en sus 153 habitaciones.
Además, y como novedad, sus cinco estrellas no marcarán solo la categoría de sus servicios e instalaciones, sino que estarán más presentes que nunca en su oferta gastronómica. El chef Quique Dacosta –tres estrellas Michelin en su restaurante de Denia y dos en el de El Poblet– ha aceptado el reto de dirigir los cinco restaurantes y bares del hotel. A cargo de él y de su equipo correrán las elaboraciones de los cuidados menús, ágapes y platos, pero también de la famosa coctelería del lugar. En el nuevo Ritz, el restaurante principal, de autor, se trasladará a su enclave original, con vistas y acceso directo a la famosa zona ajardinada. Además, bajo la cúpula de cristal original, oculta durante 80 años, se situará el Palm Court , un local de cocina clásica que contará en la parte alta con una tradicional e inglesa costumbre: el espacio para el «afternoon tea». Como no podría ser de otra forma, al igual que en sus inicios, el Champagne Bar ofrecerá una «selección exclusiva de este alcohol maridado con un menú de tapas», indican fuentes del Mandarin Oriental Hotel Group, propietarios del establecimiento.
«Estoy muy emocionado de trabajar en la propuesta culinaria y ofrecer una experiencia gastronómica única en todos los restaurantes, bares y servicios de banquetes», dice el reputado cocinero. La emoción y buenas palabras son mutuas. Gèrard Sintès , director general del grupo hotelero, se deshace en halagos hacia Dacosta. «Su deseo de ofrecer mucho más que una experiencia culinaria, con su sentido de la creatividad y carácter único, encaja perfectamente con nuestra misión de deleitar y satisfacer a nuestros huéspedes», subraya el directivo.
En cuanto a la cúpula , fuentes de la compañía señalan que recuperarla fue una indicación directa de los propietarios del hotel y de Rafael de La-Hoz, que se «enamoraron» de ella y no querían tenerla escondida más años. «Es uno de los hitos del lugar», señalan.
Las zonas comunes incorporarán piezas artísticas de gran valor de la colección de la propiedad, entre las que se incluirán candelabros de cristal, pinturas clásicas y esculturas . No podía ser menos estando situado en el conocido como « Triángulo del Arte », debido a su cercanía al Museo del Prado, el Thyssen y el Reina Sofía. Los elementos decorativos se trasladarán también a las 153 habitaciones y 53 suites que se inspirarán en las conexiones históricas del hotel con la «ciudad, el arte y la cultura españolas». Dos nuevas Suites Mandarin, en la torreta, tendrán balcones privados y vistas al Museo del Prado y plaza de la Lealtad.
Accidente mortal
La relajación no estará solo en los cuartos, también en el espacio reservado al bienestar , con una sala diseñada «como un santuario privado en el que ofrecer una exclusiva selección de tratamientos de belleza y masajes».
La reapertura dejará atrás los malos tiempos del pasado más cercano. Los trabajos tuvieron que ser paralizados en septiembre de 2018, en uno de sus capítulos más trágicos. El día 18, cuando llevaba cinco meses cerrado, un gran estruendo sacudió el centro de Madrid: el forjado de la sexta planta se vino abajo debido al sobrepeso y, con ello, la fachada interior y parte del andamiaje. En él estaba Romulus N’yuawode , de 41 años, trabajador que perdió la vida en el fatal accidente en el que hubo 11 heridos.
El hotel, casi palacio, que enamoró al Rey Alfonso XIII abre para ser, de nuevo leyenda y testigo de la historia de Madrid. Sus paredes y chaflán volverán a acoger decenas de anécdotas y, promete, ser de nuevo un referente de modernidad, estilo y sobriedad.