La estafa del sicario: «Asesino colombiano. No se ensucie la manos. Yo lo hago por usted»
Los pistoleros a sueldo no se anuncian por internet: son solo un timo más para sacar dinero a sus clientes
«Asesinos a sueldo colombianos. Si alguien le atormenta, déjelo en nuestras manos. Operando en toda Sudamértica, Argentina, México y España. Absoluta reserva y eficacia total. No se ensucie las manos , nosotros lo hacemos por usted. Limpieza social y ajustes de cuentas, palizas por encargo».
Este es uno de los muchos mensajes que existen en internet de gente que se vende como matones a sueldo . Tan solo hace falta teclear en Google «busco sicario» para que aparezcan 216.000 resultados en 0,32 segundos . Son foros abiertos, webs de venta de segunda mano e incluso páginas de Facebook exclusivas sobre el tema: «Puedo encargarme de tu ex, de ese policía molesto, de quien hace bullying a tu hijo, de ese acosador, de quien no te quiere pagar tu dinero, de tu jefe de tu compañero de trabajo, de quien se interpone entre tú y tu herencia, de quien se interpone entre tu y el amor de tu vida»...
Y tampoco falta la demanda: ¿Podrían ayudarme a que una vieja se quede sin un puto peso? Escribirme ustedes, que son los magos negros (sic)». Y todo ello, acompañado de correos electrónicos y números de teléfono, tanto de los clientes como de los supuestos criminales.
Pero la Policía advierte: «Todos esos que se anuncian son en realidad estafadores. Quien realmente quiere contratar a un sicario no lo encuentra en las redes sociales , sino entre conocidos o por el boca oreja», explica un veterano inspector del Cuerpo. «Lo que hacen es que quedan contigo, te dan un precio, que puede ser de hasta 5.000 o 6.000 euros, y te piden que les des un adelanto de 2.500 o 3.000, y, cuando tienen el dinero, no vuelves a saber de ellos».
Efectivamente, es un tipo de fraude que, además, no se investiga. Principalmente, por dos razones: por un lado, porque, como es lógico, los potenciales clientes no van a denunciar que les han timado a la hora de contratar a un pistolero; y porque la Policía se centra en perseguir a los verdaderos, que los hay.
«La clave -añade otro inspector a ABC- es que se les paga una parte por adelantado. Un sicario real no cobra tan poco, sino que tiene un precio mínimo de unos 30.000 euros . Además, los timadores exigen que ese adelanto se realice, si no es en mano en una reunión previa, por transferencia bancaria o por empresas del tipo Western Union». Algo surrealista en una verdadera oficina de cobros.
Existe, por cierto, un perfil de las personas que buscan sicarios por internet: «La mayor parte son por cuestión de infidelidades. Luego, por deudas», explica una de nuestras fuentes. En Madrid se ve en algunos atestados por violencia de género . Cuando algunos denunciados son detenidos y les toman declaración en comisaría afirman: «Mi mujer cree que estoy con otra. Hasta ha buscado a un sicario para matarme, pero le ha estafado». Hay quienes incluso aportan el extracto bancario del pago al falso matón; otros solo lo dicen de palabra.
Casos reales
Los verdaderos sicarios se mueven en el mundo del narcotráfico y trabajan para los cárteles. Bien en el lugar de origen, normalmente Colombia, o en las sucursales que tienen en Madrid. Porque España es puerto de entrada de la mayoría de la cocaína que se mueve por Europa. Y de los clanes de narcos, que ajustan sus cuentas por deudas y «vuelcos» (robo de alijos).
«En esos casos, se hace un seguimiento de la víctima por parte de la organización. Una vez que se tienen controlados sus movimientos, rutinas y medidas de autoprotección, traen desde Colombia a los sicarios, con billetes de avión de ida y vuelta. Llegan, dan el ‘taponazo’ y se regresan a su país. Utilizan pistolas del calibre 9 parabellum (con 14 balas) o revólveres del 38 (seis), porque son los más comunes, de los que hay más munición en el mercado y que no dejan casquillos . Los sicarios de verdad funcionan con esa infraestructura», explica uno de los inspectores consultados.
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