Los encierros de «Sanse» concluyen con 48 heridos

Seis días de carreras, 47 heridos leves y uno con pronóstico reservado. San Sebastián de los Reyes despidió ayer sus fiestas locales con el fin de los encierros, por los que se conoce a la localidad como la «Pamplona chica» , más importantes de la región. Los cuatro lesionados en la última jornada, la más rápida de todas, cierran una edición sin graves incidencias en la que han participado de media 1.500 corredores. Las corpulentas reses de la ganadería Luis Algarra fueron las encargadas de poner el broche de oro a una semana cargada de emoción y grandes dosis de adrenalina.

Tras el chupinazo del pasado martes, ofrecido este año por una mujer, tuvo lugar el primero de los seis encierros, en el que las reses de la ganadería de Peña de Francia dejaron un balance de nueve heridos leves en el minuto y 48 segundos que tardaron en recorrer las calles del municipio. Un tiempo que, al día siguiente, los toros de Torrealba cerraron en un minuto y 58 segundos (si bien, permanecieron otro minuto en la plaza hasta que los pastores les condujeron a los toriles), tras una carrera en la que los animales corrieron disgregados desde la mitad del trazado . La segunda jornada se saldó son seis lesionados leves.

La tercera carrera concluyó con ocho heridos leves después de que las reses de la ganadería de Passanha alcanzaran la plaza en un minuto y 44 segundos. Una marca que, sin embargo, se disparó hasta los cinco minutos y 42 segundos debido a la resistencia de tres de los animales a entrar en los toriles. Cumplido el ecuador de los encierros, la afluencia de media registrada fue de 1.200 corredores; cifra, que aumentó notablemente durante los encierros venideros.

El cuarto día resultó el más peligroso con nueve lesionados leves y uno con pronóstico reservado, que fue trasladado al Hospital Infanta Sofía debido a un fuerte dolor en el pecho. Unas 1.800 personas corrieron delante de las reses de El Estoque, que finalizaron su salida en un minuto y 58 segundos. Aunque si hubo una jornada abarrotada de corredores, esa fue la del sábado, con cerca de 2.000 y once heridos leves. Los toros de la ganadería Hermanos García Jiménez entraron a la plaza muy separados tras un minuto y 58 segundos.

Desde la organización remarcan el balance positivo de seguridad, saldado con seis heridos más que el año pasado, aunque ninguno por cornadas. Pese a lo abultado de esta cifra, lo cierto es que todas las lesiones fueron de carácter leve -solo dos varetazos, producidos al golpearse fuertemente un corredor con el pitón del toro-, sin que ningún afectado permanezca ingresado.