Ayuso: «Caretas fuera: Gabilondo e Iglesias van de la mano»

El acercamiento de Ángel Gabilondo (candidato del PSOE a la Comunidad de Madrid) hacia Pablo Iglesias que aquel dejó traslucir en el debate de ayer -«Pablo, tenemos 12 días para ganar las elecciones»- ha desvelado las auténticas intenciones de los socialistas en esta campaña, denunciaba esta mañana la candidata del PP, Isabel Díaz Ayuso. «Caretas fuera: Gabilondo e Iglesias van de la mano, y el candidato de Pedro Sánchez sólo miente, ha perdido todo el crédito», se despachaba la cabeza de lista popular.

A su modo de ver, «a nadie se le escapa que la campaña de Madrid ha trascendido a lo nacional» por la «obsesión» que tiene Moncloa con la Comuidad madrileña, asegura. «Pedro Sánchez ha entrado» en la campaña, afirma Díaz Ayuso, porque vaticina las consecuencias que tendrá que el PSOE coseche un mal resultado aquí.

Respecto al cambio de actitud de Gabilondo -que comenzó la campaña lanzando el mensaje «con este Iglesias no» y ayer le pedía el apoyo para gobernar-, Díaz Ayuso se ha mostrado escandalizada: «Jamás había visto mentir a Gabilondo tanto» . A su juicio, ese hipotético gobierno con PSOE, Más Madrid y Unids Podemos haría que «muchas empresas se fueran a ir, espantaría a la iniciativa privada».

La aspiración de Díaz Ayuso de cara al 4-M es «no tener socios : ese es el motivo que nos ha llevado a tener elecciones ahora, que los pactos no han sentado bien en esta Comunidad de Madrid». Su deseo es conseguir «un Gobierno austero, sin que el legislativo o los socios desde dentro le estén poniendo palos en las ruedas». Para eso, si no le queda otra «elegiré a los partidos que han estado a mi lado», y nunca por la izquierda: respecto al PSOE, repitió una de sus frases favoritas, «con el desastre no pacto». Lo que pide, insiste, es «pactar con los madrileños».

Sobre el debate de ayer, señala que su carácter le lleva a autoexigirse siempre más, por eso «aunque hubiera salido en calesa y con un coro rociero, nunca estaré satisfecha, ni tampoco relajada» . Insiste a su electorado en que se movilicen y vayan a votar: «Queda mucha campaña y nos jugamos demasiado. El triunfalismo es nuestro mayor enemigo».