¿Son efectivas las medidas de Carmena para reducir la contaminación en Madrid?
Los expertos responden a ABC sobre si las restricciones al tráfico y a la prohibición de aparcar en la almendra central a los no residentes son útiles
Positivo, pero como apoyo
La reducción de la velocidad como arma contra la contaminación en Madrid es claramente positiva pero insuficiente. La medida solo provocaría los efectos deseados si estuviera concebida de un modo complementario, siempre como un apoyo a una reestructuración más profunda y detallada.
«Aunque está la disminución en la velocidad conlleva a un descenso de las emisiones, no es más que una acción superficial»
Moreno, CSIC
Los actuales niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) se relacionan fundamentalmente con dos factores: la elevada intensidad del tráfico y las altas presiones del anticiclón que atraviesa la capital, que impiden el ascenso del aire. Dado que no podemos controlar las condiciones meteorológicas, la única posibilidad para paliar la polución es actuar directamente sobre el volumen de vehículos en las ciudades. Aunque está probado que una disminución en la velocidad conlleva a un descenso de las emisiones, no es más que una acción superficial.
El problema no es causal, sino que se repite cada año cuando coinciden los factores descritos. Por ello, el trabajo debe ser más preventivo y mucho más profundo, con una labor de concienciación paralela. En primer lugar, por impopular que sea, se debe reducir drásticamente el número de coches. Las acciones previstas en el protocolo del Ayuntamiento, como los parkings disuasorios, son una iniciativa excelente. Además, es necesario incentivar el uso del transporte público. Aunque no podemos determinar a ciencia cierta cómo se reducirían los niveles de NO2, la limitación de la velocidad solo tendría sentido como añadido a una acometida global.
Teresa Moreno, investigadora en el CSIC
Más pedago, menos multas
El Ayuntamiento de Madrid ha activado las medidas informativas y de restricción del tráfico que dejó aprobadas el anterior equipo de gobierno para los supuestos de alta contaminación por dióxido de nitrógeno. Coincidimos con los gobiernos municipales (tanto con el anterior como con el actual) en que es necesario actuar con urgencia para proteger el medio ambiente y mejorar la calidad del aire. Sin embargo, mantenemos una seria discrepancia respecto a que las medidas contempladas en el protocolo aprobado en febrero pasado sean las más eficaces para lograr el objetivo deseado.
«Es más pedagógico explicar -con evidencias claras y no con multas- que el uso del transporte público es más barato, cómodo y rápido»
Arnaldo, Automovilistas Europeos
Entre ellas, la limitación de velocidad a 70 km/h. en la M-30 y en los tramos de autovías de acceso a Madrid en el interior de la M-40. Y ello porque no todos los contaminantes que salen del tubo de escape de los vehículos están relacionados con el consumo de carburante y la velocidad, y porque el mayor problema que tiene Madrid en relación con la contaminación no es la velocidad (la media en la M-30 es de 65 km/h), sino que tenemos un parque automóvil muy viejo: ¡Más de la mitad de los turismos tiene una antigüedad media superior a 11 años!
Y, desde luego, creemos que resulta más pedagógico explicar a los ciudadanos -con evidencias claras y no con multas- que la utilización del transporte público les puede resultar más barato, más cómodo y más rápido que el uso de su propio automóvil en sus trayectos cotidianos por Madrid.
Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos