La edil Arce justifica los insultos a la Policía en un concierto de rap: «Era una performance»

La edil de Ahora Madrid Rommy Arce justificó ayer los graves insultos pronunciados por el cantante del grupo Émbolo contra la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Policía Municipal durante una actuación en las fiestas de San Isidro porque, a su parecer, se enmarca en la «libertad de expresión y artística» . «Era una performance; forma parte de la liturgia del rap y de la actuación artística», declaró la concejal.

Como informó ABC, la presidenta de los distritos de Usera y Arganzuela medió para que los agentes no identificaran a los miembros del grupos musical, que dijero «Me cago en la puta madre de la Policía Nacional , la Guardia Civil y la Policía Municipal». Arce, no obstante, aseguró en el Pleno que estas palabras no son exactas porque no existe grabación y hay testimonios contradictorios.

El PP, que instó a la edil a explicar lo sucedido en una comparecencia, ha criticado la actitud de Arce. La popular Inmaculada Sanz ha censurado que la edil concejal llamase al «camarada Serrano», en referencia al director general de la Policía Municipal Andrés Serrano , para que se hiciera «presión» y no se tomase ninguna medida; la denuncia de los agentes quedó «en un cajón, aparcada», según Sanz, que ha pedido la dimisión de Arce.

Rommy Arce, que dijo entender que los insultos ofendiesen a la Policía, desvió el objeto de su comparecencia a los términos con los que se programó las actividades y una supuesta regresión en las libertades individuales. « Vamos hacia atrás en términos de progreso y apertura»; y añadió: «Nos empiezan a llamar la atención como si estuviéramos en el franquismo ».

El edil de Salud, Seguridad y Emergencias, Javier Barbero , explicó que el Ayuntamiento dio traslado de la denuncia de los agentes a la asesoría jurídica, que concluyó que «los hechos supuestamente acaecidos no serían punibles». Después de calificar estos hechos como «obscenos y reprobables» , Barbero valoró que la actuación de Arce fue «impecable».

Javier Barbero detalló que primero se hizo un proceso de deliberación, al colisionar expresiones «muy reprobables» con el derecho a la libertad de expresión, y después se elevó la interlocución en la cadena de mando.