«¿Dónde estaba su ‘coro’ cuando ‘PP’ cayó solo? Descansa en paz, guerrero»

El menor de 15 años había entrado hace poco en los Trinitarios junto a otros amigos

El tramo de la calle de Atocha donde cayó el menor asesinado JAVIER DE LA HOZ
Aitor Santos Moya

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Los gestos, la ropa, el lenguaje, todo estaba en TikTok. El descenso a los infiernos de Jaime G. M, al que todos sus amigos apodaban ‘PP’, estaba radiografiado en su perfil y en el de su pandilla de toda la vida; adolescentes de entre 14 y 16 años que habían entrado en la órbita de los Trinitarios seducidos por una mística de lealtad y guerra ajena a cualquier atisbo de realidad. Las estampas estilo gánsteres –caras tapadas, gestos amenazantes– servían para defender la patria, infundir respeto, ganarse un hueco en el escalafón. Pero nada de eso basta en el submundo de las tribus urbanas. Había que ir más allá y demostrar que la lucha está ahí fuera, en Atocha o en Usera.

El asesinato de ‘PP’ a manos de un grupo de Dominican Don’t Play (DDP) cayó como un jarro de agua fría en su fuerte de Vallecas, un parque de la zona sur alumbrado por las velas que una treintena de jóvenes colocaron en señal de duelo. El gesto no tardó en saltar a TikTok. Y los comentarios no se hicieron esperar: «Descansa en paz, manito», «Murió por su patria, eso es un buen guerrero» o «Vuela alto, pequeño guerrero, siempre con nosotros», fueron solo algunos de los homenajes. Mensajes, todos, cargados de simbolismo.

Los reproches, sin embargo, no tardaron en llegar. Alusiones a las bandas y a la sensación de abandono: «Lo dejaron solo», «Donde estaba su ‘coro’ cuando cayó al suelo», entre otros recados. En el recuerdo, las imágenes de la fatídica reyerta recogidas por las cámaras de Independance Club, difundidas ayer por algunos medios y en las que se puede ver a la víctima correr calle abajo con un machete de grandes dimensiones. Para entonces, ya había recibido la punzada en el pecho que terminaría por costarle la vida. La Policía Nacional analiza estas grabaciones y las recogidas por las cámaras del Ayuntamiento de Madrid en el enclave a fin de identificar a todos los implicados.

Prisión para los dos DDP detenidos

Por otro lado, el juez de Instrucción número 13 de Madrid ordenó ayer la entrada en prisión provisional comunicada y sin fianza de los dos pandilleros detenidos por su presunta participación en el crimen de Diego F. L., la segunda víctima de la aciaga noche de sábado, abordada por otro grupo de DDP, ajeno al primero, en un parque de Usera. Los agentes tratan de esclarecer ahora su rol en el asesinato y dar caza al resto de miembros, cercano a la decena.

La Brigada de Información tiene filiados a 400 integrantes de bandas juveniles, siendo DDP y Trinitarios los grupos más activos de la región. Dos cuadrillas enfrentadas que volvieron a teñir de sangre las calles, en Atocha o en Usera. La banda como cima y cumbre, la calle como llanto y muerte.

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