Vox domina tras el 10-N uno de cada tres municipios en Madrid, pero ninguna de las grandes plazas
La formación de Abascal es segunda fuerza en localidades tan dispares como Parla o Boadilla del Monte
El ascenso de Vox este 10-N tiene en la Comunidad de Madrid uno de sus pilares, con siete escaños y un total de 647.924 votos . La nueva irrupción del partido de Santiago Abascal ha alterado compleamente el mapa político de la región, con una suerte de paréntesis entre el suroeste y el noreste de la región, que refleja su dominio en uno de cada tres municipios . No obstante, a pesar de esta tendencia, y pasando de quinta a tercera fuerza, el predominio del verde no alcanza ni a la capital ni a las grandes ciudades del área metropolitana, territorio aún controlados ampliamente por el PSOE y el PP, los otros claros dominadores.
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El éxito de la formación se basa fundamentalmente en los apoyos de pequeños y medianos municipios, a menudo en zonas rurales fronterizas con las provincias de Toledo y Guadalajara. Con el pasado 28 de abril como referencia, los conservadores han pasado de ser los más votados en nueve localidades a serlo en 61 –de 179–, con un control casi total del sur . El Álamo, Serranillos del Valle, Griñón o Torrejón de la Calzada marcan el total contraste con el denominado «cinturón rojo»; una especie de muro entre el «territorio Vox» y Madrid.
Los resultados electorales muestran dos bloques de apoyo masivo a Abascal; uno que nace en la comarca de Las Vegas y se extiende sin cortes hasta la Sierra de Guadarrama, con municipios y poblaciones muy dispares; y otro al este, también en Las Vegas y en el entorno del Corredor del Henares. Sin embargo, la sensación de superioridad esconde algunos matices. Tanto la capital como las grandes plazas de la región siguen siendo exclusivos del bipartidismo , recuperando en muchos casos el terreno perdido ante Ciudadanos en las últimas elecciones. En Madrid, de hecho, socialistas y populares se reparten los 21 distritos con once y diez barrios, respectivamente.
Un círculo casi perfecto «blinda» Madrid del empuje de Vox, con el PSOE controlando las localidades del norte y el sur y el PP las del oeste y la capital. Aunque en los comicios del 28-A el crecimiento de Abascal fue notable en localidades como Majadahonda o Las Rozas, la tendencia se ha estabilizado y los populares dominan de nuevo uno de sus principales bastiones y caladeros de votos. En casos como Pozuelo de Alarcón, incluso, al borde de duplicar a su rival en porcentaje de voto (40,11% del PP frente al 22,35% de Vox).
No obstante, la formación que encabeza Rocío Monasterio en la Asamblea sí se ha consolidado como segunda opción en parte de los grandes municipios, unas veces ganándole espacio al PP y otras a Ciudadanos, completamente defenestrado a nivel local. Así, el fenómeno Vox no sigue un patrón definido y ocupa el segundo escalón en ciudades controladas históricamente por la izquierda, como Fuenlabrada o Parla, con una alta presencia de población inmigrante, o en feudos populares como Las Rozas o Boadilla del Monte, dos de las localidades con las rentas per cápita más altas de España . Vox, además, domina Valdemoro, epicentro de la trama Púnica que pasa del naranja al verde en solo unos meses.
El discurso de los menas
Uno de los puntos fuertes del discurso de Abascal durante la campaña fue su rechazo frontal a los denominados menas (menores extranjeros no acompañados) por su potencial delictivo . «Cada vez que salgo a la calle las mujeres me vienen a contar que los policías les dicen que no salgan con joyas», dijo el líder de la formación en el debate electoral, en referencia a los dos centros que existen en el distrito de Hortaleza.
A tenor de los resultados, en cambio, la sensación del partido respecto a los menas no es compartida por la mayoría del barrio. El más votado en este distrito fue el PP con el 29,54 por ciento de los electores, seguido por el PSOE, con el 23,88 por ciento. Vox quedó en tercera posición con el 18,2 por ciento.
