Caso Villaconejos
Diez vecinos deben pagar 433.000 euros por quemar la casa del «Calvo», el delincuente de Villaconejos
Medio millar de lugareños se tomaron la justicia por su mano en la Nochevieja de 2006 para echar al delincuente del pueblo. Un tribunal les condena con pena de cárcel
![Javier Bernoy, «El Calvo», en televisión, tras salir la primera vez de la cárcel](https://s3.abcstatics.com/media/espana/1899/12/30/el-calvo--620x349.jpg)
En algunas casas, cuando el crío llora o no se quiere ir a la cama, se le amenaza con el «coco». En Villaconejos hubo un tiempo en que el coco era real, calvo para más señas, y no solo tenía atemorizado a los niños, sino a todo el pueblo. El ambiente era tal que en un arrebato de locura, hartos de pasar tanto miedo, el pueblo representó lo que un día imaginó Lope de Vega en «Fuenteovejuna»: 400, 500, algunos dicen que hasta 1.000 vecinos se unieron, fueron hasta la casa del «Calvo» y se la quemaron . Si no llega a ser por la Guardia Civil, lo hacen con la familia dentro.
«El Calvo» es Javier Bernuy Pérez , un tipo, dicen, «de gatillo fácil». Cuentan en Villaconejos que se paseaba con una pistola en el bolsillo. Una vez alguien lo miró mal, «el Calvo» sacó el arma, se la puso en la cabeza y le preguntó a su hijo, que le acompañaba: «¿Qué? ¿Matamos a este o no?». Ahora Javier Bernuy está en la cárcel , con 20 años de condena , porque en 2007 robó y mató a un joyero en El Casar de Escalona (Toledo).
Volviendo a Villaconejos, la locura de la que hablamos ocurrió el 31 de diciembre de 2006 y diez vecinos han sido ahora condenados a pagar entre todos 432.894,84 euros . La sentencia del Juzgado de lo Penal Número 2 de Getafe, ratificada por la Audiencia Provincial, dice que esta es la cantidad «en la que se ha tasado pericialmente el valor de la reconstrucción de la vivienda, así como de la edificicación anexa a la misma», más dos coches que fueron calcinados por el fuego. Les atribuyen sendos delitos de desórdenes públicos y daños por incendio. A uno de ellos, además, se le imputa un tercer delito: el de allanamiento de morada . La sentencia también les condena a prisión pero, como son penas inferiores a dos años y estos vecinos no tienen antecedentes penales, evitarán la cárcel.
![Así quedó el interior de la casa del «Calvo»](https://s2.abcstatics.com/media/espana/1899/12/30/casa-calvo-villaconejos--510x286.jpg)
El alcalde de Villaconejos, Adolfo Pacheco , dice a ABC que, aparte de la sanción económica, «la cosa es mucho más dura porque hay condenados que ni siquiera estuvieron allí el día de los hechos». ¿Y cómo es posible, entonces, que hayan sido declarados culpables? «Las pruebas a las que se remitió la juez fueron las matrículas que ese día dio la Guradia Civil, pero a lo mejor el coche lo había cogido un sobrino o un hijo. Hay condenados muy mayores, de más de 70 años, que están acorbadados», explica.
Piden ayuda en Facebook
La versión del edil la corrobora Guzmán Fernández Olivar , el único de los diez vecinos al que se le ha asignado el delito de allanamiento de morada. Él lo niega. Dice que el día de autos llegó a la casa del «Calvo» cuando ya estaban los bomberos. Sin embargo, en la sentencia se lee que María Rosa Vilches , la mujer del «Calvo», y varios guardias civiles declararon que Guzmán «estaba dentro de la vivienda prendiendo fuego».
Sea como fuere, el caso es que cientos de vecinos se tomaron la justicia por su mano y una década después «nos hemos quedado diez con el marrón», en palabras de Guzmán. Ahora tienen que pagar casi medio millón de euros, ¿hay la misma unión en el pueblo? El alcalde cree que sí: «La sensación que veo es que hay ganas de ayudar».
![Exterior de la casa del delincuente después del incendio](https://s1.abcstatics.com/media/espana/1899/12/30/casa-quemada-calvo-villaconejos--510x286.jpg)
En Facebook, se ha creado la página «Villaconejos, os acordáis de esto?» , en la que se pide colaboración económica. De momento, la gente parece que responde: un torneo de fútbol, una fiesta a beneficio del «Caso Villaconejos». Cualquier excusa es válida. «Esperemos que colaboren un poquitín, si pueden, pero es que es muy difícil. Villaconejos es un pueblo pobre, dependemos de los melones», dice resignado Guzmán.
Algunos aún se agarran a la posibilidad de seguir recurriendo la sentencia. Fuentes jurídicas consultadas por este periódico descartan que sea una buena opción: « Se podría recurrir en amparo al Tribunal Constitucional , pero no tiene ningún sentido. Se están admitiendo un dos por ciento de recursos de amparo y antes habría que acreditar si se han vulnerado derechos fundamentales…». Guzmán lo tiene claro: «Habrá que apechugar, no nos vamos a negar a pagar». Eso sí, a pesar de que «lo que se hizo es muy condenable y no se puede hacer», Guzmán no quiere que con el paso del tiempo se olvide quiénes eran las víctimas y quién el verdugo: «Ahora parece que él («el Calvo») es el bueno y nosotros los malos. Saldrá libre, nosotros pagaremos una barbaridad de dinero… y aquí estamos».
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