Detenido un mena inimputable por un robo con violencia en Alto de Extremadura

Un agente fuera de servicio arrestó al joven en el Metro tras ser retenido un viajero

Un menor, en el centro de emergencia de la Casa de Campo DE SAN BERNARDO
Aitor Santos Moya

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Los gritos de la víctima alertaron al resto de usuarios de Metro, entre los cuales se encontraba un agente fuera de servicio de la Unidad de Apoyo a la Seguridad de la Policía Municipal, que detuvo a un menor argelino por un robo con violencia en el hall de la estación de Alto de Extremadura. La sucesión de hechos se inició cuando el joven, acogido en el recurso habitacional de emergencia para los menores extranjeros no acompañados (menas) de la Casa de Campo, arrebató por la fuerza el teléfono móvil a una mujer, de 47 años y nacionalidad ecuatoriana, en el citado enclave. Rápidamente, se inició un forcejeo entre ambos que despertó las sospechas del resto de viajeros.

Un hombre retuvo al menor hasta que el agente se identificó como tal y procedió a su arresto. Pero lejos de no poner resistencia, el asaltante, que iba indocumentado, trató de huir a la carrera sin éxito. Según ha podido saber este periódico, el joven fue conducido a dependencias policiales y sometido después a una prueba radiológica por el médico forense para determinar su rango de edad. El resultado precisó que tenía entre 11 y 15 años, siendo su edad más probable la de 13 años . Así, atendiendo al principio jurídico «in dubio pro reo», que establece que el juez debe basarse en la norma que sea más favorable para el acusado, este quedó en libertad al ser considerado inimputable.

El menor ya había sido detenido anteriormente acusado también de robo con violencia. Este suceso se enmarca dentro de la escalada delictiva que los vecinos de Batán y otras zonas limítrofes a la Casa de Campo llevan meses denunciando desde que en enero de 2019 el albergue juvenil Richard Schirrmann fuera convertido en un centro de primera acogida para estos adolescentes.

El aumento de la presión policial y las numerosas denuncias de afectados en las zonas más próximas al recinto han motivado que este tipo de conductas delictivas se hayan extendido en los últimos tiempos a otros enclaves como Puerta del Ángel, Alto de Extremadura o el entorno de Madrid Río.

Desde finales del año pasado hasta ahora, a excepción de los casi tres meses de confinamiento, se han producido una veintena de «mataleones» –una técnica de estrangulamiento por la que la víctima pierde la conciencia para quitarle sus pertenencias– y más de diez robos cometidos a punta de navaja en el interior de la Casa de Campo y espacios aledaños.

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