Detectar coronavirus en aguas residuales anticipa un «pico» de ingresos hospitalarios en 24-48 horas
Desde julio, el Canal de Isabel II ha llevado a cabo 4.060 análisis con alrededor de 300 muestras semanales, en depuradoras y pozos de registro de la región
El nuevo sistema de control y análisis de las aguas residuales que lleva a cabo el Canal de Isabel II desde julio permite establecer la existencia del nuevo coronavirus y anticipar «picos» de ingresos hospitalarios en la zona afectada en un plazo de 24-48 horas . Esta es una de las primeras conclusiones a que han llegado los técnicos después de tres meses de funcionamiento de este sistema de vigilancia en aaguas residuales, informa el Gobierno regional.
El Ejecutivo que dirige Isabel Díaz Ayuso ha establecido, a través de la empresa Canal de Isabel II, un mapa con 293 puntos de muestreo en redes de alcantarillado y estaciones depuradoras de aguas residuales de la región, para buscar restos del nuevo coronavirus. Cada semana, se toman muestras de aguas residuales en los puntos seleccionados, mediante la introducción en los pozos o depuradoras una pértiga con un envase estéril.
Las muestras, debidamente identificadas y registradas , se envían a los laboratorios, y en 24 horas la información llega a Sanidad vía informática. Con estos datos, las autoridades sanitarias toman las medidas que consideran oportunas. Se ha observado una relación directa entre la localización del virus en aguas de una determinada zona y un incremento del número de hospitalizaciones en un periodo de entre 24 y 48 horas después.
Este mecanismo, indican en el Globierno regional, «equivaldría a hacer decenas de miles de PCR a la población y correlacionar con evolución epidemiológica». Desde que comenzaron a tomarse muestras, el pasado mes de julio, se han llevado a cabo 4.060 análisis, con alrededor de 300 muestras semanales.
La idea de analizar las aguas residuales de Madrid la propuso el pasado mes de mayo la consejería de Medio Ambiente, que dirige Paloma Martín. Se empezó por las arquetas de depuradoras donde vertían aguas los grandes hospitales madrileños.
Se seleccionaron entonces las Estaciones de Depuración de Aguas Residuales (EDAR) receptoras: China (Gregorio Marañón, Fundación Jiménez Díaz, La Princesa, Clínico San Carlos, Niño Jesús, Cruz Roja y San Rafael), Viveros de la Villa (Ramón y Cajal, La Paz y Carlos III) y Butarque (Doce de Octubre y Gómez Ulla). Y se tomaron muestras para determinar la presencia o ausencia de cadenas de ácido ribonucleico (ARN) del nuevo coronavirus , único método disponible en aquel momento, que no permitía conocer carga vírica.
Antes se había realizado una prueba piloto en Torrejón de Ardoz , en la que se monitorizaron una decena de puntos de toma de muestras. El objetivo era conocer cuántos puntos de tomas eran necesarios en función de la población, la distancia a la que tenían que estar de la población para que fuesen representativos, y realizar comparativas donde se sabía que la presencia del virus tenía que ser alta con otros puntos donde era baja, para constatar que el método era el adecuado.
Equipo multidisciplinar
Con esta información la Subdirección de I+D+i del Canal de Isabel II estableció la metodología final. Este equipo, formado por doctores ingenieros de caminos, ingenieros industriales, ingenieros civiles y biólogos, entre otros perfiles profesionales, comenzó también en mayo a buscar laboratorios que, además de la detección de la presencia del virus, pudieran facilitar la cuantificación de trazas de ácido ribonucleico (ARN) del virus. Durante el Estado de alarma los investigadores realizaron análisis en 27 depuradoras de la región.
En junio se creó un grupo de trabajo conjunto de las consejerías de Medio Ambiente y Sanidad. Esta última selecciona las áreas geográficas de interés desde el punto de vista sanitario que permite localizar los puntos de muestreo en la red de alcantarillado. Con ello, se empezaron a tomar muestras de aguas residuales de forma sistemática en 293 puntos, entre las 157 estaciones que depuran aguas residuales en la Comunidad de Madrid. Y los equipos de calidad de las aguas y de I+D+i de la empresa pública Canal estudiaron y estandarizaron una metodología para la realización de estos trabajos de toma de muestras.
Las primeras muestras con la nueva metodología se comenzaron a tomar en la primera semana de julio. Más tarde, la Comunidad ha lanzado una nueva versión de la herramienta de seguimiento de la toma de muestras, el llamado «Proyecto Vigía».
Los puntos elegidos para las muestras se han seleccionado cuidadosamente y cambian incluso según las horas del día . Según explica Antonio Lastra, el coordinador de Innovación de Red en la Subdirección de I+D+i de Canal de Isabel II, el área que está liderando el proyecto, «los análisis sólo podían ser relevantes si los puntos estaban bien elegidos». Por eso, durante el Estado de alarma y las primeras semanas del verano se hizo un riguroso proceso de selección de los puntos de muestreo, tanto en redes de alcantarillado como en estaciones depuradoras.
Se han elegido, añade, «atendiendo a criterios de idoneidad, como su distancia a la zona de influencia a muestrear; y de manera que represente a un gran número de personas».
Cada semana se toman varias muestras de cada uno de los puntos seleccionados. Canal de Isabel II ha diseñado un entorno informático con el que en apenas 24 horas esta información está a disposición de las autoridades sanitarias para su consulta , interpretación, y toma de decisiones.
El objetivo del Gobierno regional es poder realizar internamente esta labor de análisis de las muestras a partir del año que viene. La empresa pública cuenta con analistas y con un laboratorio de aguas depuradas que se está preparando y equipando para asumir esta tarea en su laboratorio de aguas depuradas de Majadahonda.
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