El despliegue policial ordenado por el Gobierno desinfla la protesta en Núñez de Balboa
Al menos dos docenas de agentes de Policía Nacional controlan que no se repitan las aglomeraciones de ayer
A las ocho de la tarde, la cacerolada en Núñez de Balboa contra la gestión de la crisis sanitaria de Pedro Sánchez ha vuelto hoy a las calles, entre gritos de «Libertad» y «Gobierno dimisión». «No queremos dictadura, queremos un gobierno democrático», es otro de los cánticos.
Ya es el cuarto día de protesta de los vecinos del barrio de Salamanca, que desobedecen las restricciones del decreto del estado de alarma. «Yo estoy respetando la distancia de seguridad. Si me quiere denunciar el Gobierno que me denuncie. Estoy aprovechando la hora de paseo para salir. Deben hacerse responsables ya de su inoperancia», declara, visiblemente enfadado, uno de los manifestantes ante los medios.
Las pancartas contra el Ejecutivo y banderas de España asoman en los balcones. En una de ellas, contraria a las imágenes vistas ayer, se lee: «La terrible gestión del Gobierno no es excusa para poneros en peligro. Por favor, manifestaos desde casa ». Los vecinos gritan «esto es una vergüenza».
Al menos dos docenas de agentes la Policía Nacional , en ocho furgones, controlan la calle de Núñez de Balboa, en la confluencia con Ayala, para que no se repita la manifestación de ayer, donde los vecinos unieron a 200 personas, sin guardar las medidas de seguridad , tras la cacerolada de las 21 horas. «Libertad, Marlaska, aunque nos mandes a tu gente nos vas a tener aquí todos los días», grita uno de los asiduos.
Mientras, el Cuerpo pide a la prensa que mantenga la distancia de seguridad, así como al resto de reunidos. «Atención, atención. Les habla la Policía. Por aplicación del real decreto deben respetar la distancia de seguridad de un metro ». Pero el mensaje de los agentes queda prácticamente oculto por los gritos de dimisión de los vecinos y el ruido de la cacerolada, que todavía continúa sonando en la Milla de Oro.
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