Desmantelados 57 asentamientos en Madrid en un año
No se sabe qué ha pasado con los que han aceptado irse de los núcleos chabolistas
Desde junio de 2018 hasta el mismo mes de este año, el Ayuntamiento, junto al Samur Social , han llevado a cabo acciones para terminar con los asentamientos que existen a lo largo de la capital. En total, han conseguido desmantelar 57 puntos repartidos por los 21 distritos, de los cuales Chamartín, Chamberí y Hortaleza eran los más afectados. En ellos, según datos del Samur Social a los que ha tenido acceso este diario, vivían 433 personas, mayoritariamente hombres rumanos. El trabajo todavía no ha finalizado: quedan 150 agrupamientos chabolistas .
En las zonas desmanteladas en los últimos 12 meses no había ningún menor viviendo. «En caso de que lo hubiese, acudiríamos con la Policía y les explicaríamos que, si no se van del lugar, a los niños nos los tendríamos que llevar a un centro de menores», cuentan desde el Samur Social, que en estos casos acude acompañado de agentes tutores . Las unidades móviles de la entidad van periódicamente a estos lugares para disuadir a los moradores, pero rara vez lo consiguen. «La gran mayoría es gente que ya está asentada en ese estilo de vida, no se adaptan a un cambio ni aceptan el alojamiento que se les ofrece», explican desde el organismo: «Cuando les ofrecemos ayuda, muchas veces lo primero que piden es dinero. Al decirles que no, ya no aceptan la alternativa habitacional».
No se sabe qué ha pasado con los que han aceptado irse de los núcleos chabolistas. Algunos, seguramente, han «acampado» en otras zonas de la capital, como parques o descampados . A los extranjeros, en ocasiones y si lo desean, se les ofrece un billete de vuelta a su país de origen o se les facilita cualquier tipo de documentación necesaria para viajar. «Varios lo han aceptado. Otra cosa es que se hayan ido. No lo tenemos claro», dicen desde el Samur Social
El peligro de que les suceda algo está presente en cualquier momento, pero estas personas no siempre quieren verlo. «Durante el frío utilizamos las bajas temperaturas como reclamo, por el peligro de congelación que existe. A una persona ebria el frío le puede provocar un infarto», indican las mismas fuentes: «En verano, el peligro es la deshidratación».
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