Desalojan un convoy de Metro tras recibir una pedrada en la cabina del conductor

Los viajeros de la línea 9b tuvieron que ser desalojados al paso por Rivas Vaciamadrid

La cabina del tren, tras el golpe ABC
Aitor Santos Moya

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La pedrada impactó de lleno en la cabina del conductor al paso por las estaciones de Rivas Urbanizaciones y Puerta de Arganda. Un convoy de Metro de la línea 9b fue atacado el pasado domingo desde lo alto de un puente por causas que están siendo investigadas. Los hechos tuvieron lugar alrededor de las 21.45 horas cuando uno o varios individuos arrojaron un bloque de grandes dimensiones antes de emprender la huida. El tren avanzó entonces hasta la siguiente parada, donde los viajeros fueron desalojados. Por suerte, solo hubo que lamentar daños materiales.

Fuentes de la compañía confirmaron ayer a este periódico el incidente una vez efectuada la correspondiente denuncia. La cabina sufrió la rotura de la luna delantera, lo que obligó al vehículo a salir de la circulación y ser enviado a cocheras para acometer su reparación. Tras el golpe, el conductor y un técnico de línea avisaron al personal de seguridad y a la Guardia Civil, que acudió hasta el enclave para investigar lo sucedido.

«Llevaba mucho tiempo sin viajar en el metro, pero hoy volviendo de Madrid a las 21.50 horas, a un minuto de llegar a la estación Rivas Urbanizaciones, un enorme ruido y un amago de descarrilamiento rompió la tranquilidad del viaje. Algún delincuente (no hay otro calificativo) había arrojado una enorme piedra... Fue tan fuerte el ruido que los que estábamos delante pensamos en un atentado terrorista», denunció uno de los pasajeros en redes sociales.

Segundo lanzamiento

A principios de noviembre, un grupo de encapuchados atacó un autobús de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) con el lanzamiento de parte de un adoquín y huevos. El cascote rompió el cristal y cayó encima de un asiento, sin afectar a ningún viajero. Los hechos se desataron a media tarde en la calle de Fuentespina (distrito de Villa de Vallecas), después de que varios jóvenes, ataviados con capuchas y mascarillas, esperasen agazapados el paso del vehículo de la línea 63 para llevar a cabo el peligroso acto vandálico. El pánico se extendió entre los pasajeros, obligados algunos a tirarse al suelo dada la cercanía con el lugar del impacto.

No es la primera vez que este tipo de incidentes se producen en otros puntos de la región. En 2018, la Policía Nacional investigó los lanzamientos de piedras a vehículos desde puentes peatonales de la A-3, en el tramo que discurre entre la M-40 y la M-50. En 2009, un grupo de adolescentes sembró el caos en la zona de la M-30 que transcurre entre el túnel de Costa Rica y el puente de Ramón y Cajal. El riesgo de estas acciones crece exponencialmente según la carretera o tramo de vía –en el último de estos casos– donde se tiren los artefactos.

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