Doble asesinato en Tetuán: se baraja que Perfecto y Marcelina murieron víctimas de un robo
El matrimonio octogenario fue encontrado este lunes en su domicilio con cuchilladas en el cuello
Degollados, desangrados y en diferentes habitaciones. Así encontraron ayer a Perfecto Cuesta y Marcelina Martínez , un matrimonio de jubilados octogenarios, en su domicilio del número 29 de la calle de Luis Portones, en el distrito de Tetuán.
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La anciana pareja, que vivía en el segundo piso del edificio desde hacía veinte años, según los vecinos, paseaba a diario por el barrio de Berruguete, junto a una empleada del servicio de teleasistencia de Asispa. Ella fue quien dio ayer la alarma, alrededor de las 15 horas, después de que nadie le contestara al telefonillo. La mujer abrió entonces la puerta de la vivienda con sus llaves y la escena que encontró desató los gritos de pánico que escucharon varios vecinos.
Charcos de sangre
La casa estaba revuelta y el hombre, de 79 años, yacía en el suelo del salón, mientras el cuerpo de la mujer, de 80, se encontraba en la cama. Había sangre derramada por doquier , que encharcaba el domicilio. Ambos estaban boca abajo y presentaban varias cuchilladas en el cuello; él, heridas incisas. Así, los servicios sanitarios solo pudieron confirmar su fallecimiento. Habían perdido mucha sangre y llevaban muertos unas cuatro o cinco horas , según informó el portavoz del Summa 112, Javier Ayuso, que acudió al lugar de los hechos. El Grupo VI de Homicidios de la Policía Nacional se ha hecho cargo de la investigación y ya baraja la hipótesis principal del robo violento . No se encontró el arma homicida junto a los cadáveres, lo que apunta a que el asesino podría ser una tercera persona.
«No he oído nada esta mañana, ellos cerraban siempre las persianas», comentó ayer Mari Carmen, que reside en el primer piso del inmueble. Así respondía esta anciana a las dudas sobre si la desgracia podría tratarse de un caso de violencia de género . Pero los vecinos lo dudan.
Perfecto estaba enfermo —una vecina comentaba que quizá padecía demencia senil—, «tenía los pulmones muy mal» y apenas podía caminar varios metros, siempre acompañado de Marcelina y la teleasistenta. La mujer sí que era independiente y salía a hacer la compra. «Ella era encantadora y tenía cáncer de mama », dijo otra vecina, que solía saludar a la pareja durante sus cortos paseos. El matrimonio no tenía hijos —la Policía trasladó lo ocurrido a su sobrina— y nunca peleaba. Si bien acostumbraban a encontrarse a diario con la pareja, los vecinos no conocían más detalles de la vida de este matrimonio, «humilde» y que subsistía con una «pensión mínima», según una mujer. «Me he quedado helada»; este tipo de frases se repetían ayer, una y otra vez, a las puertas de la vivienda, hasta que los servicios funerarios trasladaron los cadáveres, alrededor de las 18.30 horas.
Un barrio «peligroso»
«Este barrio está cada día fatal», añadió Carolina, que vive en la calle Porfirio, cerca del lugar del suceso. De hecho, contó que hace poco robaron en su domicilio , que desvalijaron por completo, mientras ella estaba en el supermercado.
«Este barrio es muy peligroso», corroboró Julián, un taxista que trabaja por la noche en la zona, desde hace poco más de un año. «Una mafia de pandilleros dominicanos domina el barrio; hay peleas, droga y prostitución», aseguró, indignado por la inseguridad, a ABC. Además, otra de las vecinas relató que, hacía unos días, había advertido a un anciano que caminaba por la calle, al percatarse de que «dos dominicanos» le seguían, al parecer, con intención de robarle. «No me extraña nada», insistía Julián. «Por favor, que nos pongan más Policía», pedía Carolina, al cuidado de dos niños pequeños.