Crimen del patinete en «Sanse»: Tomás quedó con su asesino y lo emboscaron

El joven de 20 años apuñalado el pasado sábado salió a la calle sin llaves ni cartera. La Policía Nacional investiga un posible ajuste de cuentas por droga

El altar a Tomás P. P., en el callejón donde fue apuñalado en San Sebastián de los Reyes ISABEL PERMUY

C. De Quiroga

La cera derretida sobre los adoquines ha sustituido a la sangre. Un puñado de candelas y flores adornan el callejón de San Sebastián de los Reyes donde Tomás P. P. fue mortalmente apuñalado el pasado sábado. En realidad, Tomás Felipe, como reza un cartel en el pequeño altar de la calle de Oviedo. El día en que los allegados lo erigieron, la lluvia apagó las velas. Pero ayer, bajo el azul intenso de un cielo despejado, un par de llamas titilaban en recuerdo del joven asesinado con tres cuchilladas y de apenas 20 primaveras.

Hace un año, un peluquero del barrio cortó el pelo de Tomás por última vez. «Desde entonces no vino más, aunque sí lo veía pasear por aquí», cuenta el hombre en su local de la calle de Manuel de Falla, un negocio que cumple ya una década, a 500 metros del lugar del crimen. En la misma vía, una larga avenida de zonas verdes, bloques de pisos y comercios, vivía Tomás con sus padres. «Su padre sí es un cliente habitual, pero aún no lo he visto. Está en el tanatorio...», lamenta. Sabe que el fallecido estaba estudiando un curso de chapa y pintura. Y poco más. « Era un chico calladito, tranquilo. En el barrio se rumorea que andaba metido en algo . Pero yo no cuento lo que me cuentan, son rumores. Yo no sé más», aclara, mientras se esmera en rasurar una nuca.

Parece que Tomás cambió la peluquería predilecta de su padre por otra, a tan solo unos minutos a pie. Pero en la barbería tampoco lo conocían. «No venía todos los meses, no había mucha comunicación. Nos enteramos de lo que pasó por las redes sociales y el boca a boca», explican dos jóvenes empleados con cuidados cortes de pelo que prefieren mantener el anonimato. «Se dicen muchas cosas: por un ajuste de cuentas, por droga, por la novia... » «¿Por la novia?» «Sí, porque es latina y dicen que se mueve con bandas de estas...», señalan.

Son habladurías que se propagan por el barrio y concuerdan con la principal hipótesis del Grupo VI de Homicidios de la Policía Nacional : un presunto ajuste de cuentas por droga. Además, Tomás tenía antecedentes. El robo se descartó de inmediato, ya que el joven salió por última vez a la calle sin llaves, cartera ni móvil.

Mensajes y una cita

Esa tarde, su novia guardaba el teléfono y pudo leer los mensajes, en los que se concertaba una cita. « Él quedó con uno, pero resulta que vinieron más . Pero hay una cosa que no saben y es que el móvil se quedó en casa. Y todos los mensajes, todo lo que le dijeron, lo tenía yo en la mano», anunció la joven hace dos días, con actitud desafiante, frente a las cámaras de Telemadrid.

La emboscada se produjo el pasado sábado en el callejón de la calle de Oviedo. Tomás acudió sobre un patinete eléctrico a su final. Recibió tres puñaladas, dos en la axila y una en el cuello. Malherido, logró alcanzar la carretera principal, la avenida de la Independencia. Ahí se desplomó, junto a unos cubos de basura, a las 19.30 horas.

Aunque los efectivos del Summa 112lograron estabilizar a Tomás, que sangraba profusamente, lo trasladaron al Hospital de La Paz en estado muy grave. Moriría horas después. Cuatro días más tarde, los asesinos siguen en libertad y en la zona reina cierta intranquilidad. El municipio ha sido el escenario de dos apuñalamientos en menos de tres semanas . El primero, no obstante, fruto de una discusión entre dos hombres , no fue fatal.

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