Crimen de Meco: la acusación también ve verosímil el relato del autoinculpado y pide que declare cuanto antes
La Guardia Civil no le da credibilidad al testimonio, pero la juez lo llamará a declarar tras el cotejo delADN
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La confesión de un preso toxicómano de ser el autor material del asesinato de Míriam Vallejo Pulido, que recibió 89 puñaladas en un paraje de Meco el 16 de enero de 2019, sigue pivotando en la instrucción de este intrincado caso. Como adelantó ABC, el reo, en las Navidades de 2020 y tras coincidir unos meses con el primer sospechoso, Sergio S. M., se autoinculpó ante sus terapeutas de un centro de desintoxicación sobre estos hechos. Y desvinculó a Sergio, compañero de vivienda y novio de la mejor amiga de la víctima en el momento del suceso, de haber participado en el homicidio.
La defensa del este joven, que pasó cuatro meses en prisión provisional entre agosto y diciembre de 2019, solicitó la toma de declaración de Alberto, el toxicómano en cuestión. Y así lo decidió la juez del caso, de Alcalá de Henares, pese a la negativa de la Guardia Civil a confiar en ese testimonio. Ahora es también la acusación particular, que representa a la familia de Míriam, la que ha enviado un escrito a la magistrada pidiendo también que se le interrogue: considera que el testimonio autoinculpatorio posee verosimilitud y solicita que se le tome declaración cuanto antes. Así, tanto una parte como otra se ponen de acuerdo, en esta ocasión, en que el asesinato de Mimi (como la conocían sus allegados) pudo ser cometido por esta segunda persona.
Además, la defensa de Sergio S. M. va a solicitar que se incorporen a la causa los informes psicológicos y psiquiátricos del preso en cuestión en noviembre de 2020, cuando obtuvo la libertad (posteriormente regresó a prisión); considera que, si estaba entonces capacitado para salir de la cárcel, debía de estar en condiciones normales en el momento en que se autoinculpó , ese mes de diciembre.
Pretende así apuntalar la hipótesis de que Alberto no realizó tales manifestaciones producto de un trastorno o como consecuencia de su drogadicción. Todo lo contrario que la Guardia Civil , que un año después de estos últimos hechos remitió al juzgado de Alcalá de Henares el informe al respecto: los investigadores concluían que no se podía dar verosimilitud al relato, entre otras cosas, por ser toxicómano y por la tardanza en realizarlo, casi dos años después del suceso. En este sentido, el Instituto Armado detalla que podría haberlo hecho antes, cuando acudió a un cuartel a denunciar otros hechos.
Geolocalización del sujeto
Por el momento, no hay fecha para la declaración en sede judicial de Alberto. La juez quiere esperar a que estén los resultados definitivos del cotejo de su ADN con los restos que se encuentran en la sudadera de Míriam y otros susceptibles de análisis, y entonces determinará el día del interrogatorio. Lo que es cierto es que Alberto figura ya como investigado (antes, imputado) en la causa.
Eso sí, la comparativa de las señales de telefonía móvil en la fecha y hora del crimen (entre las 20.40 y las 20.50 de aquel 16 de enero de 2019) lo sitúan en la zona; sin embargo, es cierto que se encuentra relativamente cerca del término municipal de Azuqueca de Henares (Guadalajara), donde vivía, aunque el teléfono le señale en Meco (Madrid), y podría haber sido captado por la misma antena.
La instrucción del sumario ha sido prorrogada otros seis meses , después de distintos plazos agotados, al pasar a ser causa compleja.
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