Crimen del Hospital de Alcalá: prisión para el conductor de ambulancias que mató a un enfermero

El juez acusa a Gonzalo R. de un delito de asesinato por acabar con la vida de Sergio, y revelación de secretos por espiar a su pareja a través del móvil

Los compañeros del enfermero asesinado guardan un minuto de silencio en su recuerdo De San Bernardo

Carlota Barcala

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El Juzgado de Instrucción número 2 de Alcalá de Henares ha acordado la prisión provisional comunicada y sin fianza para Gonzalo R., el presunto asesino de Sergio Luis G., enfermero de Urgencias del Hospital Universitario Príncipe de Asturias . Según han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), la juez lo acusa de un presunto delito de asesinato u homicidio doloso (calificación que puede variar conforme avancen las diligencias), así como de uno de revelación de secretos , por presuntamente espiar a su pareja a través de una aplicación del móvil.

El acusado se ha acogido a su derecho a no declarar, mientras que sus abogados han solicitado que un médico forense le haga una evaluación por considerar que no se encontraba en condiciones para su ingreso en prisión . El facultativo ha negado este extremo y entiende que «no hay motivo alguno que justifique su no reclusión», por lo que en las próximas horas ingresará en el centro penitenciario de Madrid II, Alcalá-Meco.

El trágico suceso tuvo lugar a las 14.20 horas del pasado sábado en el área de Urgencias del Hospital de Alcalá. Gonzalo, conductor de ambulancias que ese día estaba fuera de servicio, cogió un cuchillo de cocina de grandes dimensiones y se puso su uniforme con el objetivo de burlar todos los controles de seguridad y poder acceder a la zona de Urgencias , donde sabía que se iba a encontrar a Sergio. Con saña, lo apuñaló en varias ocasiones en el cuello, la cara y la zona de los genitales.

Una compañera dio la voz de alarma cuando entró a la sala de descanso del personal sanitario y se encontró la atroz escena, momento que Gonzalo aprovechó para huir y atrincherarse en un box cercano. Los sanitarios intentaron hacer todo lo posible por salvar la vida del enfermero, incluso trasladarlo a quirófano , pero no fue posible. Por otra parte, dos policías nacionales que estaban realizando la custodia de otro detenido engrilletaron al acusado y se aseguraron de que no pudiera herir a nadie más.

El técnico de emergencias sanitarias, de 39 años, se había obsesionado con la víctima. Estaba convencido de que su novia, con la que llevaba al menos cuatro años y también enfermera en Urgencias, tenía una relación con Sergio. Eso habría desatado los celos injustificables de Gonzalo , aunque otros testimonios apuntan a que la chica quería dejarlo y el presunto asesino culpaba por ello al enfermero. El Grupo V de Policía Nacional , a cargo de la investigación, barajó desde el primer momento los celos como principal móvil del crimen.

La hipótesis gana ahora fuerza, puesto que se sospecha que estaba espiando a su pareja a través de una aplicación que le habría instalado en su teléfono móvil para poder tener acceso a sus conversaciones, motivo por el que la juez lo acusa de un delito de revelación de secretos.

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