Coronavirus
El regreso de los internos al CIE será «casi imposible» tras el coronavirus
Los inmigrantes en situación irregular se encuentran en ONG por riesgo de contagio y podrán quedar libres
Cuando se decretó el confinamiento por la pandemia del coronavirus, el Ministerio del Interior comenzó a vaciar los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) , por el altísimo riesgo de contagio. Estas personas, en situación irregular en nuestro país y a la espera de ser deportados a sus lugares de origen, han sido derivados a albergues de oenegés de distintos puntos de España. Y los expertos policiales lo tienen claro: «Va a ser muy complicado que, cuando pase todo esto, vuelvan al CIE». Una suerte de «amnistía» de hecho para cientos de estos extranjeros, que en el caso de Madrid ocupaban el edificio de Aluche, en la avenida de los Poblados.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ya detalló entonces en el Congreso de los Diputados que estos centros, por la emergencia sanitaria, debían vaciarse o dejarse al mínimo de su capacidad.
Y así ha sido. «Como ahora mismo no podemos expulsarlos, porque las fronteras permanecen cerradas, hay que dejarlos en libertad. Los pusimos a disposición del Ministerio de Trabajo y Migraciones, que fue el encargado de repartirlos por distintas organizaciones para que pasaran la cuarentena en sus instalaciones», coinciden distintas fuentes policiales, que apostillan: «Luego, se tendrán que quedar allí o en la calle». Pero hay otra salvedad. En los CIE están internos, en un centro cerrado y vallado (aunque no se trata de una cárcel), pero las organizaciones no gubernamentales no tienen esa capacidad de control, y lo máximo que pueden hacer es dar parte a la Policía si se van y no vuelven. «No tienen capacidad para evitar que se escapen», añaden nuestras fuentes.
La situación en esos centros es crítica: «La costa más castigada por la inmigración ilegal es Madrid, que es donde terminan todas las pateras... Hay argelinos, marroquíes, subsaharianos, iberoamericanos... Las oenegés tienen unas 4.000 plazas en toda España, pero las han tenido que restringir para garantizar la distancia de seguridad».
Una vez acabe el confinamiento, si tienen orden judicial de expulsión esta sigue vigente. El expediente administrativo, sin embargo, se extingue a los seis meses si no hay resolución del juez. El ministro Grande-Marlaska especificó que «se ha priorizado para la puesta en libertad en los CIE a aquellos internos con domicilios o arraigo en España , mientras que el resto han pasado a los servicios del Sistema de Acogida, dependientes de la Secretaría de Estado de Migraciones».
«Lo que nos preocupa es la incapacidad ahora de expulsar, porque están las fronteras cerradas», insisten fuentes policiales. Además, la estancia máxima en el CIE de cada una de estas personas es de 60 días , por muchas veces que ingresen en él. Si expira ese plazo y está localizado ese ciudadano, se le busca cuando esté listo un vuelo de repatriación y emprende el viaje; otra cosa es que no tenga domicilio conocido.
La capacidad del CIE de Aluche es de unas 160 plazas para hombres y 20 para mujeres. De las 1.200 plazas que existen en los ocho centros del territorio nacional, la ocupación real rondaba entre las 700 y 800 en marzo.
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