Los comerciantes también piden el fin de las terrazas Covid
Las asociaciones critican que la medida supone un «claro trato de favor» a la hostelería y genera problemas de convivencia
La posibilidad de prolongar las ampliaciones de terrazas por las aceras y las bandas de aparcamiento para paliar las pérdidas de la hostelería por el Covid-19 han puesto en pie de guerra ya no solo a los vecinos, sino también a los comerciantes . La Confederación de Comercio Especializado de Madrid (Cocem), Madrid Foro Empresarial y la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (Fravm) se han unido para reclamar al Ayuntamiento de Madrid que no extienda más allá del 31 de diciembre este tipo de veladores .
Los afectados denuncian que la medida supone un «claro trato de favor» a la hostelería respecto al resto de negocios, ya que, dicen, «mientras estos están obligados a realizar toda su actividad en el interior de los locales, bares y restaurantes pueden ampliarla a las zonas exteriores, ocupando metros cuadrados de espacio público a bajo coste». Lamentan que están generando graves problemas de convivencia en numerosos barrios de la capital por exceso de ruido, suciedad y pérdida de las plazas de aparcamiento. En este sentido, el último fin de semana la Policía Municipal ha llevado a cabo 45 inspecciones a terrazas y ha levantado 27 denuncias .
Además, se quejan del perjuicio al comercio de proximidad al «dificultar el acceso a tiendas y ocultar escaparates». «Como no podía ser menos, el vecindario de Madrid ha sido muy generoso con los establecimientos de hostelería , que nadie duda han sufrido de manera extraordinaria las consecuencias de la pandemia, cediendo las plazas de aparcamiento , pero ya deben ser recuperadas», insisten. Las tres entidades recuerdan que el sector de la restauración no es el único que ha padecido y padece los estragos de la crisis. «El comercio especializado de proximidad se ha visto duramente afectado también, y su actividad no solo es importante sino esencial; mantener un comercio local dinámico redunda en la vitalidad, cohesión y seguridad de sus barrios», subrayan.
A su juicio, en las zonas en la que se instala un «monocultivo de bares» los precios suben y las condiciones de vida de los vecinos se resienten; una situación que, en el medio plazo, «genera muchas veces el abandono del barrio no solo de las personas residentes sino de negocios comerciales».
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