Las claves de la vuelta al cole en Madrid

Sara Medialdea

25/08/2020
Actualizado a las 20:49h.

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Las clases «no se pararán, este curso no se perderá», aseguraba ayer la presidenta Isabel Díaz Ayuso, al tiempo que presentaba su plan de vuelta al cole con más profesores -casi 11.000 contrataciones nuevas-, menos niños por aula -en una bajada de ratios nunca antes vista y que la presidenta pretende «que sea permanente» -, y con el calendario algo alterado: se retrasa la incorporación a las clases de algunos cursos para evitar aglomeraciones. Un plan dotado con 370 millones de euros de inversión regional.

Con la premisa de que los padres «puedan volver tranquilos al trabajo», la presidenta madrileña ha pedido a todos confianza en sus planes y colaboración. En especial, a los sindicatos, varios de los cuales habían convocado ya una huelga para el inicio del curso escolar.

La vuelta al cole en Madrid será mayoritariamente presencial en la Enseñanza Infantil, Especial, Primaria y hasta 2º de la ESO. A partir de ahí, se establecerán sistemas que dividan las aulas para que la mitad de alumnos vayan en días alternos o a distintos horarios.

Todos los centros contarán con un coordinador de Covid , dotado de EPI para tratar a los posibles casos de contagiados. Habrá estrictos protocolos de actuación y distribución de espacios para guardar las distancias. Si las aulas no son suficientes se usarán otros espacios, dentro e incluso fuera del centro. Se piensa hasta en adquirir prefabricados o, como última instancia, instalar mamparas separadoras entre mesas. Hay previsto un presupuesto de 35 millones de euros en obras para adaptar los centros escolares a las nuevas necesidades en patios, aulas, recreos, gimnasios, etcétera.

Además, se prevén acciones directas para garantizar la seguridad de docentes y alumnado: está previsto que se tome la temperatura a todo el que entre en los centros educativos. Se realizarán 100.000 test de anticuerpos a todo el personal de los colegios e institutos públicos y concertados; PCR a los profesores y alumnos de Educación Especial al inicio de las clases. Luego se repetirán periódicamente en los casos de profesores en situación de especial riesgo o con enfermedades asociadas y a los de más de 50 años, además de a los alumnos más vulnerables.

También va a realizarse un estudio serológico de docentes y estudiantes, con más de 42.000 muestras que se tomarán en septiembre, diciembre y marzo. Se contratarán 150 enfermeros que amplíen la plantilla de 400 ya existente en los centros educativos y se reforzarán los contratos de limpieza de estas instalaciones subvencionando a los ayuntamientos, que son quienes tienen esta competencia.

Con el fin de «esponjar» las clases, se plantea flexibilizar los horarios de las clases y también se permitirá la jornada continua de manera excepcional a aquellos colegios que así lo soliciten.

La tecnología será un aliado de la Comunidad de Madrid en la vuelta al cole: se van a comprar 70.000 nuevos dispositivos electrónicos para profesores y alumnos. La presidenta Díaz Ayuso planteó la compra de 6.100 cámaras y su instalación en las aulas para que, «siempre con el permiso del profesor» , se puedan grabar las clases y emitirlas para aquellos alumnos que puedan estar confinados y en cuarentena, «aunque estén asintomáticos».

«El objetivo es no parar la educación», insistió ayer Díaz Ayuso, que cree que «no volver a las clases sería un fracaso para todos». Desde la oposición, de forma unánime le afean que su plan de actuación llega tarde, cuando apenas quedan diez días para el inicio de las primeras clases.

Son 92.728 niños que volverán a clase el 4 de septiembre, según lo previsto desde junio. Las clases serán todas presenciales, en grupos de convivencia de un máximo de 20 alumnos . Sus profesores y el resto de personal pasarán test de anticuerpos previos al inicio de actividad.

Se contratarán 350 educadores de infantil y no se utilizarán juguetes que por su pequeño tamaño o su forma resulten difíciles de desinfectar. Habrá un coordinador de Covid-19 en cada centro y protocolos específicos por si se diera algún posible contagio.

Este grupo lo forman 195.666 alumnos, que volverán a clase el 8 de septiembre. Las clases serán todas presenciales, en grupos de convivencia de no más de 20 niños por aula. Si no hay suficiente espacio en el centro, se plantean alternativas como locales municipales.

Apartir de los 3 años, los padres deberán dejar a los niños en la puerta del colegio y no entrar. Se tomará la temperatura a todo el que acceda al centro educativo. Habrá litros de gel hidroalcohólico para lavarse las manos y se contratarán 200 técnicos especialistas de Infantil y Primaria y 1.200 maestros de Educación Infantil.

Hay 211.380 niños matriculados en estos tres cursos de Primaria. Para ellos, las clases comenzarán el 8 de septiembre, según lo previsto inicialmente. Las clases serán presenciales, y en grupos de 20 como máximo, lo que supone una rebaja sobre la ratio autorizada (25 alumnos).

A partir de los 6 años, los chavales deberán utilizar la mascarilla de forma permanente;si la situación epidemiológica mejorara, se autorizaría a llevarla a partir de los 11 años.

Los alumnos que regresan a las aulas son 220.361. Para ellos, la vuelta al cole se retrasa y no será hasta el 17 de septiembre. Todos recibirán clases presenciales, en grupos de un máximo de 20 estudiantes. Si las aulas del colegio no son suficientes, se utilizarán centros culturales, bibliotecas y otros espacios públicos.

Se propone instalar 6.100 cámaras para la grabación en directo de las clases y que así puedan seguirlas los alumnos confinados o en cuarentena en su casa por contagio de Covid-19. Sólo, matizan, si se cuenta con el consenso del profesor.

El consejero de Educación, Enrique Ossorio , garantiza a los padres que se mantendrán las llamadas «clases de los primeros y últimos del cole», niños que llegan antes del inicio de las clases o se van después. En estas clases se extremarán las medidas de seguridad.

En 1º y 2º de la ESO, los 152.628 alumnos matriculados comenzarán las clases el 18 de septiembre. Los grupos serán presenciales y de un máximo de 23 estudiantes, mucho menor que los 30 que permite la normativa.

Para 3º y 4º de la ESO, (135.298 estudiantes), el curso sí que comenzará el 9 de septiembre. Igual ocurre para los 108.465 que cursan este año 1º o 2º de Bachillerato. Los 25.069 matriculados en escuelas de adultos vuelven a las clases el 14 de septiembre. En la FP básica y grado medio (51.974 estudiantes), se empiezan el curso el 18 de septiembre, y los de grado superior (54.060 alumnos) vuelven el 28 de ese mismo mes.

Tanto en los cursos 3º y 4º de la ESO como en Bachillerato, Escuelas de Adultos y FP, entre un tercio y la mitad de las clases sean presenciales. Por ejemplo, la mitad de la clase asistirá los lunes y miércoles y la otra mitad los martes y jueves , y el viernes sea para todos online; o la mitad de los alumnos de 8 a 12 horas, y la otra mitad de 12 a 16 horas.

Este grupo lo forman 5.545 alumnos, que comenzarán el 8 de septiembre sus clases, todas presenciales. En este caso, habrá PCR para todos los docentes y estudiantes antes de empezar, y test de anticuerpos periódicos. Las entradas y salidas al centro serán escalonadas y se reforzarán las rutas de autobús para dar servicio a esta diferencia horaria.

Están previstos 10.610 contratos de personal docente: 600 son del acuerdo sectorial, 350 educadores de Infantil, 200 técnicos especialistas en Infantil y Primaria, 1.200 maestros de Infantil, 2.400 maestros de otras especialidades, 2.081 profesores de Secundaria, 500 profesores de refuerzo de Primaria y 617 de refuerzo de Secundaria, y 2.662 se contratarán en centros concertados.

Para garantizar la máxima seguridad de los centros educativos tanto a padres como a alumnos y a profesores y resto del personal, se realizarán más de 100.000 tests de anticuerpos Covid-19 al personal docente y no docente de los centros educativos públicos y concertados a principio de curso. Además, también se hará PCR a todos los profesores y alumnos de Educación Especial. Los docentes de más de 50 años y con patologías asociadas , o que sean población de riesgo, además de los estudiantes más vulnerables, serán sometidos a pruebas periódicas.

Pero además, la consejería de Sanidad, que dirige Enrique Ruiz Escudero, va a realizar un estudio serológico entre la comunidad educativa, con más de 42.000 pruebas que se realizarán a estudiantes y docentes en tres momentos del curso: septiembre, diciembre y marzo.

Para los casos sospechosos probables o confirmados de Covid, se habilitará un «aula especial» para aislarles.

Está previsto asimismo contratar a 150 enfermeros, que vendrán a reforzar el trabajo que ya realizan los 400 con que ya cuentan los centros educativos madrileños.

Cada centro escolar tendrá un coordinador Covid-19, dotado con EPI para tratar los casos con sospecha de contagio por coronavirus. Los casos sospechosos se aislarán en un aula especial. Habrá geles hidroalcohólicos en los centros, se aconsejará el lavado de manos periódico y tanto los docentes como el resto de personal portarán mascarillas. Las aulas se ventilarán de forma continuada . Se dotará de termómetros a todos los centros y se tomará la temperatura de todo el que entre en el centro.

Habrá recorridos de entrada y salida diferenciados y señalizados. Yse van a ampliar los contratos de limpieza, incluyendo además subvenciones regionales a los ayuntamientos para este fin. Se colocarán mamparas en los servicios de atención directa al público, y también como separación entre pupitres si no hubiera posibilidad de guardar las distancias.

No obstante, esta sería una última opción, explicaba Ossorio, puesto que se prevén inversiones de 35 millones de euros para realizar obras de adaptación en 550 centros, tanto en aulas como en patios, zonas deportivas o aseos. Incluso se plantean comprar prefabricados si fuera necesario.

Acoplarse a las realidades que se vayan dando es una de las características de este plan de vuelta al cole presentado ayer por la presidenta Díaz Ayuso. Incluye horarios flexibles de cada materia, escalonamiento de las entradas y salidas al colegio, aumento de los turnos de comedor o suministro por parte de los comedores escolares de comidas en frío para que los niños las coman en casa.

Además, el Covid-19 va a hacer posible que aquellos colegios que lo soliciten puedan tener jornada continua, algo que Educación autorizará de forma excepcional dadas las circunstancias.

Las herramientas tecnológicas han demostrado ser un gran aliado de la formación online, en los largos meses de confinamiento. Educación pretende ahora aprovechar la experiencia adquirida. Para ello, prevé comprar 70.000 dispositivos electrónicos que facilitará a profesores y estudiantes.

Además, pondrá en marcha la Biblioteca escolar interactiva digital de lectura, para todos los alumnos desde 4º de Primaria a 2º Bachillerato. Por esta vía, podrán acceder al préstamo de tres libros al trimestre por alumno.

Se creará una plataforma online para exámenes, aunque seguirán primándose los de tipo oral. Yse intensificará la formación on line del profesorado.

La presidenta Díaz Ayuso confiaba ayer en que los sindicatos convocantes de la huelga la desconvoquen. Cree que «no son momentos de sembrar pánico ni de alarmar» sino de «poner todos de nuestra parte» porque «si cada uno remamos en una dirección distinta, crearemos zozobra».

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