Las claves del enfado de Garrido en el Día de la Policía
Garrido criticó el «ordeno y mando» del delegado, y éste le contesta: «Quizá le hubiera gustado cerrar el acto. Solo lo hizo el año pasado, de manera excepcional, Cifuentes»
El presidente regional, Ángel Gar rido (PP), no acudió ayer a los actos por la festividad de los Ángeles Custodios, el Día de la Policía Nacional, pese a que figuraba en su agenda desde el fin de semana anterior. Compatibilizarlo con el consejo de Gobierno fue la causa «oficial», aunque a renglón seguido Garrido no dudó en manifestar su malestar por el «cambio unilateral» en el protocolo del acto que, según él, le dejaba prácticamente fuera y daba «todo el protagonismo al delegado del Gobierno».
Este, José Manuel Rodríguez Uribes (PSOE), negó, tajante, ese extremo al término de la celebración. «El acto se ha organizado tal y como se hace siempre; es más, me habría encantado copresidirlo con él», manifestó horas después, sorprendido por una acusación que desató la polémic a . Agregó que el encargado de organizar el evento era la Policía y su papel, presidirlo. «Yo, que no soy nada protocolario, di instrucciones para que se hiciera lo habitual».
Garrido insistió en su argumento: «Al parecer, el criterio de que el presidente de la Comunidad es la persona que representa a los madrileños ha cambiado». Criticó que se utilizara «el modelo del ordeno y mando» porque «quiere tener todo el protagonismo el delegado del Gobierno, que no es la primera autoridad en la Comunidad», recordó, para añadir que este puesto lo ocupa él mismo.
Desde su entorno explicaron que conocieron a las 11.21 horas del lunes un guión del acto según el cual Garrido era recibido por las demás autoridades al llegar y cerraba el evento a las 13.15 con unas palabras. Pero a las 17.47 horas el plan cambió : en el nuevo, él recibía al delegado y éste cerraba el acto, pasando las palabras de Garrido a las 13.00 horas. Lo consideraron «un feo institucional» y se decidió que no acudiera.
El jefe del Ejecutivo fue muy beligerante contra el Gobierno central, al que acusó de hacer un «esfuerzo deliberado por perjudicar a Madrid».
«Es el día de la Policía, no de la política»
Mientras, el delegado del Gobierno, tras recalcar que «Garrido iba a pronunciar un discurso y a entregar condecoraciones –como negaban desde el Gobierno regional–, aventuró lo que, quizá pudo conducir al error. «Quizá le hubiera gustado cerrar el acto. Jamás lo ha hecho un presidente regional, salvo la excepción del año pasado con Cristina Cifuentes», zanjó, restando importancia al asunto. Ajena a todo ello, en la tribunal de autoridades estaba la presidenta de la Asamblea de Madrid, Paloma Adrados (PP).
Pero antes de que Rodríguez Uribes pudiera hablar, lo hicieron fuentes de la institución que dirige. «La máxima autoridad en el acto, ante la ausencia del ministro es él , como representante del Gobierno de España y de la Policía Nacional, competencia del Estado».
Además, subrayaban que Garrido tenía que ser el penúltimo en hacer una alocución de siete minutos, el mismo tiempo que Rodríguez Uribes, que cerraría el acto». Ambas instituciones solo coincidían en la hora final del evento y en que el lunes remitieron a Garrido el último guión.
En Ifema, en donde se entregaron las 247 medallas y distinciones a agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y población civil (una de ellas, a la primera unidad de la UIP), los mandos policiales eludían la cuestión. «Es el día de la Policía, no de la política».
Quienes sí entraron al trapo fueron estos últimos. Entre ellos, el concejal de Seguridad del Ayuntamiento, Javier Barbero. «En los actos institucionales hay que estar pues no se representa a ningún partido». Desde las filas de Cs, sus portavoces en la Asamblea y el Consistorio, Ignacio Aguado y Begoña Villacís , indicaban que Garrido había hecho un feo al Cuerpo anteponiendo su ego.
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