Las claves de la dimisión del gerente de las residencias de ancianos de la Comunidad de Madrid

Óscar Álvarez se va por «motivos de salud», y dice estar «orgulloso» de su paso por la consejería pese a la «situación dramática»

Dos trabajadoras de una residencia atienden a un mayor en un centro de Madrid Foto y vídeo: EP

Sara Medialdea

El máximo responsable de la gestión en las 25 residencias públicas, el gerente de la Agencia Madrileña de Atención Social, Óscar Álvarez , dimite y deja el cargo. Alegan en la consejería «motivos de salud» para su marcha. En su carta de despedida, señala que ha sido «un orgullo» trabajar en la consejería de Políticas Sociales, a pesar de la «situación dramática» . La suya es la tercera baja que sufre el equipo del consejero, Alberto Reyero , en los últimos 35 días.

El área de Políticas Sociales pasa por sus horas más bajas. El drama del coronavirus en las residencias, donde la enfermedad se ha cebado, se ve agravado por la sensación de «orfandad» que sufren en el equipo de Reyero. La tensión de gestionar la pandemia se ha visto incrementada por el enfrentamiento en el seno del Gobierno regional con la consejería de Sanidad, un área imprescindible para dar oxígeno a unas residencias que, durante el «pico» del Covid, literalmente agonizaban.

«Incómodos»

Desde el área de Reyero insisten en señalar únicamente motivos de salud tras la marcha de Álvarez. Que, según algunas fuentes, se vio personalmente afectado con cierta gravedad por el Covid-19. Pero otras consultadas por ABC en el sector de las residencias señalan que, como gestor de estos centros públicos, tanto él como su equipo están viviendo una «situación de enorme incomodidad con el Gobierno regional», porque no conseguían que «desde la consejería de Sanidad les pusieran los recursos que necesitaban».

Personas que tuvieron contacto con Álvarez por motivos profesionales señalaban que «ya en los primeros días de marzo, en las reuniones manifestaba una enorme preocupación por lo que se les venía encima».

Álvarez, ya a comienzos de marzo, tenía una «enorme preocupación» por lo que «se venía encima»

Para otros sectores cercanos al Gobierno regional, la consejería de Políticas Sociales se ha convertido «en un polvorín» que en cualquier momento saltará por los aires. De hecho, Álvarez es el tercer alto cargo que deja el equipo de Reyero en el último mes. El primero fue el secretario general técnico, Miguel Ángel Jiménez, que según un comunicado de la consejería fue cesado por el «error humano» de colgar en el Portal de Contratación de la Comunidad de Madrid un documento sobre una supuesta adjudicación a la cadena Room Mate que resultó no ser auténtico.

Hace apenas unos días, fue el jefe de gabinete de Alberto Reyero, Carlos Reus, el que dejó su puesto alegando «motivos personales». Ahora, es el gerente de las residencias el que deja el barco, aunque según su carta de renuncia –entregada hace unos días a Reyero y en la que fija el día 30 como el de su marcha–, lo hace sintiéndose «orgulloso» de haber ocupado ese puesto y haber pertenecido a la Consejería de Políticas Sociales, «a pesar de todas las dificultades y de la situación dramáticas que nos ha tocado vivir».

Durante las últimas semanas y meses, el consejero Reyero y el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero , han vivido un enfrentamiento abierto por la gestión de las residencias durante la pandemia. Reyero pidió desde mediados de marzo más medios, médicos e incluso la ayuda del Ejército.

Medicalización

El Gobierno regional decidió crear un mando único en las residencias, dirigido por Sanidad, el 26 de marzo, y prometió medicalizar estos centros. Semanas después, Reyero denunciaba que esto no se había hecho. Se iniciaba entonces un cruce de acusaciones, filtraciones y declaraciones entre él y Ruiz Escudero que fueron a más hasta que diez días atrás parecieron reconducirse, tras una regañina pública de la presidenta Díaz Ayuso.

Mientras, crecía la presión contra la consejería de Sanidad por los protocolos de derivación de residentes a hospitales. Presión que acabó en una petición de reprobación que se votó este jueves en la Asamblea. Reyero se ausentó del debate en que unos acusaban y otros defendían a su compañero de Gobierno. Pero entró a votar y le dio su apoyo, como los demás miembros del gabinete. Eso sí, no le aplaudió al finalizar el pleno. Ahora, todas las miradas están puestas en el consejero de Políticas Sociales. En el sector preocupa que haya perdido capacidad de negociar dentro de su propio Gobierno .

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