Ciudadanos frente al espejo: su discurso contra la corrupción se hunde en Arroyomolinos

Las presuntas irregularidades bajo el mandato del partido convierten a este municipio en su pesadilla política

El portavoz de Ciudadanos en la Asamblea, Ignacio Aguado DE SAN BERNARDO

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Pleno del 15 de noviembre, Asamblea de Madrid. Diputados del PP, PSOE y Podemos aprovechan cualquier intervención –da igual el asunto– para hacear alguna referencia hiriente a los últimos c asos de corrupción denunciados en el Ayuntamiento de Arroyomolinos , gobernado por Ciudadanos. La formación naranja, siempre en un difícil equilibrio ideológico, apoyando al Gobierno popular y criticándolo a la vez, votando a favor de unas propuestas mientras ayuda a tumbar otras, se ha ganado las antipatías generales. Les tienen ganas y se nota. Y la situación en este municipio se ha convertido en la excusa perfecta para atizarles.

En las últimas semanas los escándalos se han ido superponiendo unos a otros. La cadena SER ha desvelado un cúmulo tal de presuntas irregularidades en relación con su bolsa de empleo público que el propio Consistorio se ha visto obligado a poner en marcha una investigación interna para aclarar lo sucedido. No es para menos: el ruido ha sido muy intenso.

Primero fue la denuncia de que se habían cambiado tres veces los requisitos para acceder al puesto de gestor de redes sociales, hasta que el elegido resultó ser el candidato favorito. Luego, nombramientos a dedo de familiares de concejales . Más tarde, el contrato de un arquitecto municipal del que se denuncia que se dio «sin abrir proceso selectivo y sin publicidad», según alertaba la Secretaría del Consistorio en un informe. El mismo documento que planteaba dudas sobre otros puestos: el de la socia de una exconcejal de Empleo del PSOE, que ahora es portavoz de este grupo; o el último conocido, un puesto que parecía hecho a medida. Se pedía tener de 50 a 55 años, carné de manipuladora de alimentos y experiencia en enfermería.

El Ayuntamiento ha elevado a la Fiscalía las primeras conclusiones de su investigación, y señala a la exconcejal de Empleo y ahora portavoz del PSOE Pilar Sánchez como «el origen de las presuntas irregularidades»

El escándalo desatado por estas prácticas, aparentemente irregulares, ha sido tal que desde el Ayuntamiento han decidido iniciar una investigación interna , al tiempo que los grupos de oposición llevaban el caso ante la Fiscalía. También el alcalde de Arroyomolinos dio traslado, el pasado viernes, a la Fiscalía de los primeros resultados de esa investigación, aunque aún está sin terminar, y secompromete a remitir todas sus conclusiones a este organismo cuando se finalice la misma. Hasta el momento, según un comunicado municipal, de la misma se desprende que «la gestión llevada a cabo en la concejalía de Empleo por Pilar Sánchez Torres, responsable de dicha concejalía y actual concejal portavoz del PSOE, ha sido el origen de las presuntas irregularidades».

Para preocupación de los responsables de la formación naranja, llueve sobre mojado: antes de éstos casos relacionados con la bolsa de empleo, tuvo lugar otro de mayor calado, que terminó con la sustitución del anterior alcalde, Carlos Ruipérez , que dimitió tras abrirle el partido un expediente de expulsión cuando fue detenido en la operación Enredadera.

Cs vadeó entonces el temporal como pudo, defendiendo que el ex regidor había cumplido con los estatutos y su Carta Ética al poner el cargo y el acta a disposición del partido. Y puso en su lugar al actual alcalde, Andrés Martínez Blanes , al que le ha tocado apechugar con las denuncias por presuntas irregularidades en contrataciones públicas previas a su llegada.

Ignacio Aguado , portavoz de Ciudadanos en la región, mantiene el tipo y dice que el partido está «a la espera» del resultado de la investigación. Una vez conocidas sus conclusiones, afirmó, «tomarán las decisiones que haya que tomar». El asunto preocupa . A todos los efectos, la gestión del municipio que pretendían convertir en escaparate de su modelo de actuar, la que llaman «política útil», parece que al menos en apariencia ha resultado ser útil sólo a algunos aprovechados. Se duelen de que casos como este den al traste con el trabajo de varios años, enarbolando la bandera de la regeneración y de la limpieza en política.

Presión del PP

Aguado ha tenido que afrontar semanas de presión del resto de grupos, pero especialmente ha sentido en su nuca el aliento del PP. En este partido no olvidan que fueron las exigencias de Ciudadanos en cuestiones de lucha contra la corrupción las que llevaron a incluir en el acuerdo de investidura entre ambos partidos la obligación de separar de su cargo a cualquier investigado por corrupción. Una filosofía que la expresidenta Cristina Cifuentes incorporó después al código ético del PP, y por la que decenas de diputados regionales y otros cargos públicos han tenido que dejar de serlo tras haber sido investigados.

Los responsables populares han caído en tromba sobre Ciudadanos a cuenta del caso de este municipio: el presidente regional Ángel Garrido fue muy directo: «La gestión de Arroyomolinos representa la gestión de Ciudadanos». Una frase que refleja cómo ese espejo en que la formación naranja quería que se miraran el resto de partidos se les ha roto literalmente entre las manos. El vicepresidente y portavoz autonómico, Pedro Rollán , reclamó a Aguado un «ejercicio de humildad» porque de los cuatro ayuntamientos en que comenzó a gobernar, uno –Valdemoro– lo perdió por una moción de censura y en Arroyomolinos ha tenido que cambiar al alcalde a mitad de mandato.

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