Cierre de la Gran Vía: más de 170 agentes al día y multas de hasta 200 euros
La polémica medida supondrá un colapso en el centro: «No habrá espacio para nadie»
Hoy es el último día de la Gran Vía tal como se la conoce de toda la vida. Porque, desde mañana, a las cinco de la tarde, la «arteria de Madrid» comenzará a restringir su tráfico privado , aprovechando el inicio de la campaña prenavideña, para, en junio de 2018, formar parte de la gran APR única de Centro . Todo este despliegue, especialmente, en la primera fase que arranca este 1 de diciembre, requiere un dispositivo policial extraordinario y un régimen de sanciones económicas de lo más disuasorio para los conductores que piensen saltarse la normativa.
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Fuentes de toda solvencia consultadas por ABC indicaron que, en principio, serán alrededor de 60 policías municipales, la mayoría de la Unidad Especial de Tráfico (UET) , los encargados en cada uno de los turnos de mañana y tarde diarios de controlar que los flujos de vehículos;en el de noche, la plantilla bajará a unos 15 funcionarios. Esto suma 135 al día.
Aellos habría que añadir 25 agentes de movilidad en la mañana y otros tantos en la tarde , alrededor de medio centenar. En total, especifican nuestros informantes, entre 170 y 180 uniformados al día, tanto en el recorrido afectado y zonas aledañas como en los nueve controles que se instalarán para que no accedan los conductores. La cifra puede variar en función de las necesidades. El caos está servido. «No va a haber sitio para nadie», auguran, en referencia a las excepciones.
Dos tipos de sanciones
El cierre en la Gran Vía y las calles de Atocha y Mayor supone sanciones de hasta 200 euros para quien circule por estas arterias a partir de mañana. La más restrictiva remite a saltarse cualquiera de los nueve controles dispuestos en el centro de la capital, según el artículo 6 de la Ordenanza de Movilidad. «No obedecer las órdenes del agente que regula la circulación» supone multas de 200 euros, con reducción de 100 por pronto pago, y pérdida de 4 puntos del permiso de conducir.
No obstante, según la experiencia del año pasado, controlar a estos conductores es complicado por la arbitrariedad de la propia medida, ya que no existe ningún dispositivo informático y son los policías quienes deciden quién pasa y quién no . De hecho, esta cuestión es una de las alegaciones presentadas por los comercios y hosteleros en la mesa técnica; aunque, según indican, el Consistorio no la atendió.
El resto de multas serán para aquellos vehículos que, aún consiguiendo burlar estos controles, circulen por cualquiera de las tres calles. En base al mismo artículo de la ordenanza, «no respetar las señales en una vía de circulación restringida o reservada» conlleva una sanción de 90 euros, con posibilidad de reducción a 45. Esta denuncia es similar a la que se aplica por accesos no autorizados en las Áreas de Prioridad Residencial (APR), si bien no es exactamente igual porque en la Gran Vía, por ejemplo, no existen cámaras de tráfico. Sin embargo, acaso por su carácter aleatorio, fuentes municipales detallaron que durante el cierre del año pasado no se impuso ninguna sanción por estas faltas.
Excepciones
Los cortes de tráfico comenzarán mañana a las 17 horas y se extenderán hasta el próximo 7 de enero a las 22 horas , pero hay algunas excepciones. Sí podrán circular los residentes y personas con movilidad reducida, la EMT , las bicis, emergencias, accesos a aparcamientos y hoteles (con reserva), los VTC y taxis , reparto postal, suministro de agua, unidades móviles de producción y retransmisión audiovisual, coches eléctricos e híbridos, y carga y descarga.
Este último grupo, no obstante, tampoco es suficiente para los afectados. La Plataforma por el Ocio, la Hostelería y el Turismo de Madrid reclama la apertura de un nuevo horario de carga y descarga, además de 23 a 11 horas (Gran Vía) y de 8 a 13 horas (Atocha y Mayor). Piden una franja de 16 a 18 horas para evitar el desabastecimiento de género sufrido hace un año. También la Confederación de Comercio Especializado advierte de que el cierre al tráfico no solo colapsará la ciudad, sino que supondrá pérdidas económicas de entre el 20 y el 25 por ciento.