Curiosidades de Madrid
El cierre de la estación de Metro de Chamberí cumple medio siglo entre leyendas y fantasmas
Tal día como hoy, el 22 de mayo de 1966, dejó de funcionar quedando anclada en el tiempo. Desde 2008 es el museo «Andén 0»
Hasta que fue transformada en museo, los viajeros de la línea 1 del Metro , entre las estaciones de Bilbao e Iglesia , pegaban la cara al cristal haciendo pantalla con sus manos para ver un lugar fascinante: la estación fantasma . En mitad del túnel, y durante unos pocos segundos se podía ver un lugar anclado en el tiempo, cubierto de polvo y de recuerdos. Hoy en día es el ejemplo vivo de las estaciones diseñadas a principios de siglo por el arquitecto Antonio Palacios, de estilo parisino.
Este domingo se cumplen 50 años desde que la estación fue cerrada al público, el domingo 22 de mayo de 1966. La de Chamberí fue una de las ocho primeras estaciones que inauguraron el Metro de Madrid allá por 1919, en el tramo entre Puerta del Sol y Cuatro Caminos . Dicen las crónicas de la época que se cerró porque no resultaba rentable: estaba demasiado cerca de Iglesia –a 223 metros– y Bilbao –210 metros–.
Así que la Compañía tapió las entradas y la estación quedó allí, abandonada a su suerte, sumergida en un limbo atemporal que le daba ese aspecto fantasmagórico que ahora ya no tiene y que hasta 2008 podría apreciarse desde las ventanillas del tren en marcha.
En su periodo de abandono fue refugio de mendigos y sin techo, y a veces también tentación irrefrenable para grafiteros , que profanaron con sus manifestaciones pictóricas los viejos carteles publicitarios. También dicen que había billetes usados de la época en el suelo, y periódicos viejos en las papeleras. Y que no se veían ni ratas ni arañas. En su interior se ha rodado parte de la película «Barrio», de Fernando León de Aranoa, y otros directores han llevado la realidad a la ficción convirtiendo los antiguos andenes en refugio durante la Guerra Civil. Su incontestable magia ha inspirado canciones, como «La estación fantasma», de Los Coyotes. Y verla fugazmente desde el convoy conseguía estremecer al curioso.
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