Ni cerveza ni whisky, en el bar de moda de Madrid se toman cereales

Todos los días, multitud de personas se congregan a las puertas de una cafetería que ofrece más de 160 variedades

El interior de la tienda, repleto CEREAL HUNTERS
Enrique Delgado Sanz

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Quien espere una típica tasca de barrio, con dos parroquianos casi sempiternos apostados al final de la barra con un chato de vino en la mano, que se olvide. El nuevo bar de moda de Madrid, al menos a tenor de las largas esperas que hay que pasar para poder entrar, tiene el honor —dudoso para los más puristas en esto de alternar— de no servir cerveza , tampoco vino ni whisky: allí se toman tazones de cereales con leche.

Se llama Cereal Hunters y está junto al popular mercado de Barceló, en pleno centro de la capital donde, como ya ocurre en otros países, el alterne «healthy», o al menos libre de alcohol, se está empezando a poner de moda en Madrid. «Este negocio vimos que ya se daba en otras partes de Europa y nos lanzamos a ello después de salir de la carrera y ver que las condiciones no eran las que esperábamos», reconoce Cristina López Pacho, una de las cuatro personas que crearon este local.

Una de las variedades disponibles CEREAL HUNTERS

«Los fines de semana, antes de abrir, ya hay gente esperando», indica la socia de un negocio que, en los compases iniciales, despertaba muchas suspicacias. «Muy poca gente confiaba en el negocio pero nosotros somos muy cabezotas », ironiza López, quien junto a sus socios creía, por el contrario, «que muy mal» les tenía que ir para no poder vivir de esto.

Y no les ha ido nada mal porque, apenas un año después de abrir las puertas, ya piensan en expandir no sólo el establecimiento, sino el modelo de negocio. « Estamos en proceso de montar otro local y hacer hacer franquicia, puesto que recibimos peticiones diarias de montar esto en otras provincias», confirma la fundadora.

160 tipos de cereales

Los propietarios reconocen que creían en «el éxito de su iniciativa», que quizá tenga que ver con que no hay otro establecimiento similar en la capital y con las « 160 variedades de cereales, 20 clases de leche y otros tantos toppings » que allí ofrecen a sus clientes. «Tenemos de todo, pero lo más raro son unos cereales que son tostadas francesas pero que tienen sabor a curry», manifiesta López, que también avanza el perfil del cliente de su cafetería.

Como es normal, ya que no se vende alcohol, el parroquiano habitual tiene «entre 15 y 25 años» , aunque admite que también es normal que, los fines de semana, los hijos «arrastren» hasta allí a sus padres a la hora del desayuno o la merienda para no fallar a la cita. Ya se sabe que las aficiones de cada cual son sagradas. Aunque no tengan alcohol y sean azucaradas.

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