Castellana, Aravaca, Sanchinarro y «Sanse»: oasis comerciales dentro de zonas restringidas

La Comunidad de Madrid levanta el cierre perimetral en cuatro puntos pese a superar los 400 casos de incidencia

Tiendas y terrazas, ayer, junto a El Corte Inglés del paseo de la Castellana GUILLERMO NAVARRO

Cris de Quiroga

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La salud es lo primero; la economía, para Isabel Díaz Ayuso, también. La Comunidad de Madrid ha abierto la mano en tres de las diez zonas básicas de salud que han iniciado la última semana del año bajo restricciones. Tres puntos que son áreas comerciales y donde se levanta el cierre perimetral hasta la medianoche del próximo 11 de enero. En la recta final de las compras navideñas, el Gobierno regional continúa fiel a su estrategia de equilibrio entre la dicotomía que ha marcado este año pandémico.

En estos tres oasis se erige El Corte Inglés de Castellana y el centro comercial Sexta Avenida , en la capital, y el polígono de grandes almacenes junto al centro comercial Plaza Norte 2 , en San Sebastián de los Reyes. El Ejecutivo madrileño ya había tomado medidas de este tipo. El Corte Inglés de Sanchinarro , en la zona homónima y «confinada» (el distrito de Hortaleza), también está abierto a los ciudadanos de la región desde la semana pasada. El pasado mes de octubre lo estuvo el centro comercial Gran Plaza 2, en el municipio de Majadahonda.

La medida se publicó este lunes en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM), que incluye una «rectificación» de la orden del pasado 26 de diciembre. En dicho documento, la región incorporó al mapa de zonas restringidas cuatro áreas sanitarias cuya tasa de incidencia había superado los 400 nuevos casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. Tres días después, «advertidos errores» —dice el último documento—, Aravaca (distrito de Moncloa-Aravaca) y General Moscardó (Tetuán), en la capital, y Reyes Católicos, en el municipio de San Sebastián de los Reyes, son las áreas privilegiadas por tratarse de focos comerciales sin residencias.

Salvo la zona básica de La Moraleja, en Alcobendas, las otras nueve zonas perimetradas sobrepasan el umbral de los 400 contagios. Dos de los puntos salvados por la Consejería de Sanidad rondan incluso los 500 positivos: Sanchinarro, con una incidencia acumulada de 510 en los últimos 14 días, y Reyes Católicos, cuya tasa asciende a 512. No obstante, estos diez rincones sometidos a limitaciones de entrada y salida , que también afectan al distrito de Chamberí (zona de Andrés Mellado) y a los municipios de Móstoles (Felipe II y Alcalde Bartolomé González) y Getafe (Getafe Norte), se librarán de ellas los días 31 de diciembre y los próximos 1 y 6 de enero.

«Cautela»

El repunte de contagios que vive Madrid desde hace tres semanas aún no ha hecho saltar las alarmas. A las puertas de Nochevieja , la incidencia acumulada se sitúa en 349,9 —la última cifra actualizada, este martes por la mañana—. Sin embargo, las áreas restringidas, que representan al 3,4 por ciento de la población y concentran el 5 por ciento de los contagios, así como el resto de la región, duplican la cifra que cataloga el Ministerio de Sanidad como «riesgo muy alto» , 250 casos por cada 100.000 habitantes.

Mientras, el Gobierno madrileño insiste en «tener cautela», según trasladan fuentes de la Consejería de Sanidad, máxime cuando la semana pasada estuvo plagada de días festivos y aunque la Comunidad permanezca cerrada perimetralmente —salvo para familiares— hasta el 6 de enero. De hecho, lo más probable es que la curva crezca a lo largo de la semana, tras las pruebas masivas que se han realizado en los últimos tres días.

Desde septiembre, el cribado poblacional con test de antígenos ha sido una de las estrategias estrella del equipo de Ayuso para controlar la segunda ola del virus. «Con responsabilidad y estas pruebas estamos convencidos de que pronto sortearemos la crisis. Queda poco pero no nos podemos confiar en absoluto», declaró ayer la presidenta, durante su visita al dispositivo desplegado en Mercamadrid ; la misma estrategia se dirige ahora a los lugares de trabajo. «Nos hace falta que se amplíen los lugares para realizar las pruebas y llegar a más rincones», insistió Ayuso en el «pulmón económico» de la región —en palabras de la dirigente—, hogar de 800 empresas y 20.000 empleados, donde el personal del Summa 112 realiza test «in situ» desde este lunes. El primer día una decena de enfermeros hicieron 258 pruebas, de las que ocho resultaron positivas.

Test en farmacias

La Comunidad ya ha solicitado en varias ocasiones al Gobierno central que permita a las farmacias y a las mutuas de trabajo hacer test de antígenos con el material facilitado por el Ejecutivo autonómico. Sendas peticiones, con el objetivo de aumentar los puntos de muestreo, aún están en el aire y sin respuesta. Mientras tanto, la campaña de vacunación con las primeras dosis de Pfizer que desembarcaron en Madrid el pasado domingo marcha según lo previsto. La región recibió este martes las 48.750 unidades que le corresponden semanalmente. Aún con cautela, es el principio del fin.

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