La Cassettería, un sueño loco contra la pesadilla
La Agencia Oasis ha creado una fábrica de cintas de música en la pandemia, y ya tienen un «buen montón» de pedidos
En los días de la vieja normalidad, un grupo de melómanos asociados en la Agencia Oasis decidieron levantar un proyecto ilusionante: crear una fábrica de casetes . Los datos de ventas, en clara tendencia ascendente desde 2016, confirmaban que había «revival» por el formato y parecían avalar la viabilidad de su apuesta. Pero entonces la pandemia irrumpió cuando la idea ya estaba tomando forma, y de pronto se vieron en una situación que parecía de ciencia ficción, firmando la financiación de la fábrica con las mascarillas puestas, en una oficina de banco que quizá ya haya echado el cierre. «De no ser por alguna ayuda, nos hubiéramos gastado este dinero en sobrevivir», confiesa Luis González, alma de Ciudad Oasis y por extensión de La Cassettería , que es como se llama la fábrica, un proyecto que podría parecer una locura («yo siempre he creído en este formato, a riesgo de que me quisieran ingresar en un manicomio», ríe González), pero que acaba de recibir un balón de oxígeno en forma de noticia: las ventas de cintas de música se han duplicado en lo que va de este loco 2020, y su correo electrónico está lleno de pedidos .
De segunda mano
El primer paso para cumplir este pequeño sueño fue «comprar la maquinaria» , señala González. «Hoy en día no se fabrica, todo es de segunda mano. Ese ha sido y sigue siendo el talón de Aquiles de este proyecto. Por suerte y coincidencia, conocimos a un chico que se encarga de comercializar con maquinaria de segunda mano y fue como encontrar a nuestro salvador, porque habíamos estado a punto de desistir del proyecto. Una vez que se tiene la maquinaria, dar rienda suelta a la imaginación. Las casetes, como cualquier formato te permite hacer mil cosas, y tenemos muchos proyectos que iremos anunciando a medida que llegue su momento. Esto es solo el principio si sale bien».
Ya están trabajando con artistas y bandas «de todo tipo, más y menos consagrados», y pueden confirmar que en España hay interés por el casete . «Todavía no se ha llegado a los niveles de Inglaterra o Estados Unidos, o incluso de Portugal, pero la evolución que yo veo es bastante buena. Cada vez se ve más gente que edita en este formato, e incluso discográficas que editan solo en él. En esos países hay fábrica de casetes, y eso siempre ayuda. Ahora con La Cassettería, esperamos darle un empujón más a este formato ».
La casete tiene un sonido «único» para los fundadores de La Cassettería. «Metálico, analógico, suena a ochentas . El inconveniente es lo que tiene cualquier formato analógico, darle la vuelta a la casete o cambiarlo si quieres escuchar otra cosa», dice González, que también ve un factor de seguridad en todo esto . «Yo la verdad que siempre he insistido en una cosa, y ahora más, ya que estamos viviendo algo que aparecía en las películas como ciencia ficción. ¿De quién es realmente la música de las plataformas digitales de pago? ¿Qué pasaría si Spotify cierra?».
A pesar del riesgo que hay en su iniciativa, González está convencido de que vivimos un momento «para ser valiente, probar nuevos modelos de negocio, otras formas de rentabilizar las cosas. Por nuestra parte la suerte está echada, y trabajaremos duro». La Cassettería reanudará sus envíos y celebrará una inauguración abierta al público el próximo 8 de septiembre , el Día Internacional del Casete, pero mientras tanto, se les pueden seguir haciendo encargos. «Se nos puede pedir lo que uno quiera. Podemos pasar una grabación a casete, o pasar una casete a otro formato. Pero lo que hacemos nosotros no lo va a hacer nadie, ya que las grabamos como se hacía en los ochenta, como he dicho antes las máquinas son de esa época», explica González, que ya tiene la vista puesta en otro negocio de porte vintage: «También queremos probar con el mundo del videojuego. Es algo más desconocido pero queremos hacer nuestras pruebas, ya que aunque parezca aún más descabellado, también se sigue haciendo. No hay que olvidarse que España fue puntera en ese sector en esa época».
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