Carmena tiende la mano a la Policía Municipal en el patrón más tenso y polémico
La celebración de San Juan estuvo marcada por el conflicto sobre el nuevo convenio y el recuerdo de los disturbios de Lavapiés
La festividad de San Juan más tensa de los últimos años fue una llamada a la paz de Manuela Carmena . La alcaldesa de la capital, apenas 48 horas después de que el grueso de la Policía Municipal rechazase el preacuerdo para un nuevo convenio, aprovechó el día del patrón del Cuerpo para tenderles la mano y tratar de aliviar el conflicto, cada vez más enquistado. «Os admiro, os quiero y os prometo que lograremos las condiciones que deseáis», dijo la regidora, con el matiz de que pasó parte de la responsabilidad a los sindicatos policiales: «Tendrán que ser ellos quienes digan cuándo y cómo nos sentamos». A la cita, además, se sumó la polémica por los disturbios de Lavapiés tras la muerte del mantero Mmame Mbaye , sin ninguna alusión directa al trabajo de los agentes más allá de la condecoración.
El 85% de los agentes que participó en el referéndum del pasado viernes votó en contra del pacto entre tres sindicatos –CC.OO., UGT y UPM– y el Consistorio. Con este escenario y tras meses de protestas, la propia fiesta, celebrada en el paseo del Prado (con la presencia de José Manuel Rodríguez Uribe , nuevo delegado del Gobierno), pasó a un segundo pleno. De hecho, en los discursos se reconocieron mensajes cruzados. El comisario general de la Policía Municipal, Teodoro Pérez, destacó que Madrid es una de las ciudades más seguras de Europa, pero dejó clara la necesidad de contar con «más recursos y personal» por la carga de trabajo que padecen. El edil de Seguridad y Emergencias, Javier Barbero, fue mucho más explícito.
Ante la posibilidad advertida por algunos sindicatos de que la seguridad no estará garantizada durante los próximos eventos programados en la capital, especialmente el Orgullo Gay, Barbero negó la mayor: «Me parece que es dudar de la profesionalidad de nuestros agentes y eso no lo vamos a hacer». En la misma línea que Carmena, dijo que volverán a sentarse a negociar, pero también les trasladó a los sindicatos que son ellos los que deben señalar qué quieren de cara al nuevo convenio. «Le decimos que nos expliciten muy bien las características y las condiciones de lo que quieren para que lo cuantifiquemos», declaró el edil.
El segundo tema mollar del patrón era el recuerdo de Lavapiés, con la condecoración a los agentes –uno de ellos no pudo acudir– que asistieron a Mbaye en la calle del Oso en marzo. Al tiempo que la concejal Rommy Arce sigue imputada por calumnias a la policía, a la que acusó de «racista», ni Barbero ni Carmena hicieron alusión alguna a este tema. El primero, incluso, recordó dos casos ocurridos este año.
Críticas de la oposición
Los discursos, no obstante, no convencieron a la oposición, que reclamó hechos y no palabras. El portavoz del PP, José Luis Martínez-Almeida , señaló que la Policía Municipal «no quiere reconocimientos falsarios, quiere el reconocimiento de su dignidad y de su profesionalidad»; mientras que Begoña Villacís (Ciudadanos) reclamó un convenio «digno»: «Se les está perjudicando su conciliación o se les están suspendiendo sus libranzas»
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