Carmena «privatiza» poder aparcar en una calle de Ciudad Lineal

Hace menos de dos meses, los vecinos de la calle de Florencio García ( Ciudad Lineal ) vieron cómo, de la noche a la mañana, en su calle habían colocado unas señales de prohibido aparcar en un lado de la calle. El veto se extiende por toda la vía y, a la altura del número 21 cambia de lado, al estrecharse. La cuestión es que la zona ahora prohibida es un ensanchamiento del carril único que se creó, expresamente, para estacionar. De hecho, al inicio y final de cada manzana, la acera hace de tope, lo que hace inexplicable esta nueva medida del Ayuntamiento de Carmena.

En esta área, cercana al centro comercial Alcalá Norte , de casas bajas y edificios de pocas plantas, la prohibición ha trastocado la rutina de los vecinos, a los que ahora les cuesta lo indecible encontrar una plaza tras esta decisión «surrealista». Román, un jubilado del barrio, comentaba que los que deberían quitar son los topes de un vado que siguen en el lado de la calle donde está prohibido aparcar. Florencio García está diseñada para aparcar en los dos lados : así lo demuestra la estructura de las aceras, que en los cruces entran en la calzada para restringir el espacio de las antiguas plazas de aparcamiento. Se libera espacio, pero no se consiguen dos carriles de circulación reales, porque no hay espacio suficiente para que existan.

La misma queja sostiene José Montejo, que regenta un taller de coches desde hace 20 años: «No quitan los topes para aparcar, pero ya están las señales» . Las plazas disponibles han disminuido a la mitad y en muchas ocasiones él las utilizaba por momentos dejar los coches de los clientes, pues en su local sólo caben cuatro. Por lo residencial de la calle, no solían producirse atascos. Asegura que «ahora será mucho más fácil que consigan alquilar plazas de garaje privadas del principio de la calle». Se refiere a una entrada de vehículos custodiada por un portón verde que presenta colgados hasta nueve carteles de «Se alquila» . Otros vecinos temen que, aprovechando la coyuntura, los precios suban. Que se «privatice» la calle.

No todo el mundo ha cumplido el veto. Sara Gimeno, de la tienda Hispacachimba, afirma que, como no se puede estacionar en doble fila, ahora algunos aparcan en prohibido. Carolina, del Locutorio Grey, apuntaba: «La policía ha venido por lo menos tres veces a poner multas» .

El Ayuntamiento no ha dado respuesta a ABC sobre este asunto.