Boicot municipal a los «food trucks» porque «son para pijos»

La edil de Tetuán impone hasta un precio máximo para la comida y las bebidas. La tasa de ocupación ha pasado de 14.000 a 35.000 euros, y la oferta de MadrEAT queda desierta

Varias personas consumen productos en los «food trucks», en una imagen de archivo MAYA BALANYA / Vídeo: Los «food truck» dejarán de parar en Madrid

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Ahora Madrid ha puesto palos en las ruedas de los «food trucks» que cada tercer fin de semana de mes atraían a 40.000 personas en Azca para deleitarse con su oferta gastronómica. Un contrato con unas bases leonianas para los empresarios que dan vida a MadrEAT Market imposibilita que este evento que llevaba en Madrid desde 2014 con 20 ediciones a sus espaldas se continúe celebrando. Al menos por ahora.

Este mercado gastronómico callejero tropezó en abril del año pasado con la zancadilla de la Junta de Tetuán. La concejal del distrito, Montserrat Galcerán, denegó la licencia al mercado 24 horas antes de echar a rodar por, según el expediente, deficiencias como ocupar un espacio superior al autorizado. Los organizadores, Mateo&Co, presentaron un escrito de reposición y fue la propia Marta Higueras junto a la directora general de Comercio, Concepción Villegas , las que vencieron el pulso a la edil de Ganemos revocándole las competencias para conceder finalmente a los hosteleros los permisos. Pero, a raíz de aquello, MadrEAT se ha encontrado con todo tipo de obstáculos para no regresar al paseo de la Castellana, 89. El último, un contrato cuyo pliego técnico de condiciones supone un imposible para las pequeñas empresas que están detrás de las furgonetas callejeras de comida rápida.

Entre los requisitos se reduce de 45 a 26 el número de furgonetas que pueden instalarse en Azca; se establece un límite de precio para la comida y la bebida (a 7 y 2,5 euros, respectivamente); autorizan menor número de mesas y sillas; se rebaja el horario; prohíben dar servicios de cenas; y, el más complicado, se exige contratar actividades de dinamización como teatro, conciertos, espectáculos de magia y actuaciones infantiles valoradas en 3.000 euros. Todo ello, sin poder optar a ningún tipo de patrocinio ni publicidad promocional.

Se da la circunstancia de que en anteriores ediciones no se había licitado un contrato para la celebración de este mercado, ni mucho menos había estos requerimientos. Únicamente, se solicitaba el permiso de ocupación para la actividad callejera. El problema de esta fórmula era que MadrEAT tenía que presentar mensualmente el mismo proyecto, con los gastos que acarreaba. Como mes tras mes era el mismo plan, los promotores propusieron poder optar a una autorización más larga. La Junta se las ingenió para sacar adelante un contrato con unas exigencias que tumban las cuentas de los participantes, más de 45 hosteleros que tienen sus negocios en la capital.

A la edil de la rama de Ganemos nunca le ha hecho gracia este mercado de furgonetas callejeras en la plaza de Pablo Ruiz Picasso. «No le interesa esta iniciativa. Siempre ha dicho en los plenos que es un evento para pijos, de gente rica. Tenemos la sensación que estamos en una lucha dentro del Ayuntamiento y a nosotros nos ha pillado en medio», lamenta Patricia Mateo, directora general de Mateo&co y fundadora de MadrEAT Market.

Ciudadanos llevó este asunto al último Pleno del distrito tras conocerse que el concurso había quedado desierto. Calificó el pliego de «abusivo» y de «total falta de respeto a la hostelería». La formación echó en cara a la responsable del distrito que no fuera tan dura con los «afters» que traen de cabeza a los vecinos del barrio de Bellas Vistas. Sobre todo, teniendo en cuenta que se ha llegado a incrementar la tasa de ocupación a MadrEAT de 14.000 a 35.000 euros.

Las caravanas se solían colocar en la zona de Azca

« Galcerán se ha salido con la suya y la ciudad se queda sin uno de los eventos de colaboración público-privada más importantes y relevantes que tenía este distrito», manifiesta la concejal de Cs Sofía Miranda, portavoz en Tetuán. Este mercado, además de contar con premios internacionales, estaba reflejado en la web de Turismo Madrid como uno de los mejores acontecimientos de la capital.

La edil de Cs considera que las bases diseñadas están hechas para que los «food trucks» desaparezcan «por una cuestión ideológica y por una alergia que parece tener Ahora Madrid a la empresa privada». «Es una pena porque era una forma de poner el distrito en el mapa de Madrid, de atraer comercio », zanja Miranda.

La responsable de Mateo&Co explica que intentaron mover la feria a otro barrio . «No es fácil colocar 45 camiones porque hay zonas protegidas como El Retiro donde no nos podemos instalar. Hemos peinado Madrid y no hay más espacio», apunta, después de detallar que pidieron licencia de julio a septiembre en el Parque Berlín (Chamartín), que controla Mauricio Valiente; también se lo denegaron. Su lucha no va a terminar aquí. Están analizando jurídicamente las vías y han solicitado un nuevo encuentro con Higueras. «Siempre nos ha atendido, a diferencia de Galcerán», comenta.

Boicot municipal a los «food trucks» porque «son para pijos»

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