Cara a cara entre la libertad de Ayuso y el revisionismo de González en el Día de la Constitución
La presidenta alerta sobre los que «dinamitan el orden constitucional» y la delegada del Gobierno contra «la confrontación interesada»
Los discursos pronunciados ayer por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y la delegada del Gobierno, Mercedes González, con motivo de la celebración en Madrid del día de la Constitución, fueron más allá de los formalismos de este tipo de actos. Las dos dirigentes políticas trasladaron a sus palabras un profundo componente ideológico , fiel reflejo de las fuertes personalidades de estas dos políticas que han emergido con gran potencia en la región.
Llamadas a enfrentarse en los futuros procesos electorales que se convocarán en un año y medio , ayer se produjo el primer cara a cara de la dirigente popular –que aspira a liderar el PP de Madrid– y la secretaria general de los socialistas de la capital. Ambas marcaron las líneas principales de su política: Ayuso, la liberal y de confrontación con Sánchez; y González, el revisionismo constitucional, con alusiones al pasado de una «España en blanco y negro».
La presidenta de la Comunidad , que no deja de aprovechar la ocasión de dar todas las batallas ideológicas, no podía pasar de largo sobre las cuestiones de actualidad que ahora centran el debate político: la defensa de la Constitución y de la Transición , así como de la libertad de expresión; las críticas a la Ley de la Memoria, al blanqueamiento de ETA y a los cambios en la Ley de Seguridad Ciudadana. Y, finalmente, la puesta en valor del papel fundamental que han tenido el Rey Don Juan Carlos y la Reina Doña Sofía en el proceso democrático de España.
Ya en sus primeras palabras dejó clara la defensa de su Gobierno a la «Transición democrática» y afirmó que «la libertad está en juego». Ayuso alertó sobre los que quieren reformar la Constitución y se centró, especialmente, en «los que pretende dinamitar» el texto «por la puerta de atrás». La presidenta denunció la «labor de carcoma» que se concreta en actuaciones como «pactar con los que quieren destruir España, polarizan la sociedad, inventan agravios , atacan la independencia judicial, le faltan el respeto al Rey, destrozan la educación...». «¿Para qué seguir?», remachó.
Defensa de los periodistas
La presidenta madrileña también denunció «los ataques a la libertad de expresión de los periodistas en el Parlamento» y «una de las peores trampas que ha sido la Ley de la Memoria». «Que no se engañe nadie: el verdadero objetivo de estas leyes nunca fue Franco, sino la Transición» , remarcó.
Sobre los derechos y libertades, afirmó que, «entre las muchas falsedades que se han dicho estos días está la de que ‘solo con los partidos de izquierdas han ganado los españoles en derechos’: los Pactos de la Moncloa desmienten esto».
Finalmente, arremetió contra «las mentiras despreciables» de los que quieren blanquear a ETA, «que siempre buscó establecer un régimen totalitario a través del terror»; y salió en defensa de la Corona mostrando «el deseo de que se tenga con Don Juan Carlos al menos un poco de la generosidad que él siempre demostró».
«No fue un camino de rosas»
Por su parte, la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González , también aludió a algunas de estas cuestiones, pero con una mirada más revisionista. Aunque de entrada alabó el trabajo de diálogo y consenso que alumbró la Constitución, posteriormente afirmó que «no es pétrea, ya que para que sea eficaz debe responder a las demandas y las necesidades de su tiempo».
De la Transición subrayó que «no fue un camino de rosas» y sostuvo que, al igual que entonces, hubo y hay «una exigua minoría resistente, que ha llegado hasta hoy, con el discurso de la intolerancia y el odio». González no nombró al Rey Don Juan Carlos como artífice de este proceso democrático, sino que se limitó a destacar el «papel indiscutible» que tuvo «la Corona»,
En las cuestiones vinculadas con los derechos, aludió a la eutanasia: «Hoy legislamos, gracias a la Constitución, para que los españoles puedan tener, además de una vida digna con todos los derechos y libertades, un final sin sufrimiento». Por último, la delegada del Gobierno, en clara referencia a Ayuso, abogó por afrontar el futuro «huyendo de la confrontación interesada».
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