Los bomberos se trasladan, con dos años de retraso, a San Bernardo
La instalación sustituye a la anticuada de la Calle Imperial, donde se construye un hotel
El Parque de Bomberos de la calle de San Bernardo ya ha comenzado a funcionar. Y lo hace con más de dos años de retraso con respecto al proyecto original, suscrito por el anterior Gobierno municipal, de Ana Botella (PP). Fue en noviembre de 2014 cuando el Ayuntamiento anunció que las obras habían empezado hacía entonces unas semanas y que la previsión era que acabaran en diez meses. Es decir, en septiembre de 2015. Está ubicado en el número 68 y abrió sus puertas este 21 de noviembre de 2017.
La polémica ha perseguido a este proyecto. El traslado del retén anticuado de la Calle Imperial estaba condicionado a las obras del futuro hotel de la Plaza Mayor. En la trasera de la Casa de la Carnicería es donde se va a levantar el establecimiento de lujo, cuyas actuaciones acumulan ya muchos meses de retraso también.
El Consistorio de Manuela Carmena adujo un problema en el portón de Imperial para explicar la ralentización de las obras. Se habló de nueve meses de dilación en su apertura, pero nada de ello ocurría. Hasta que se puso de fecha, como adelantó ABC, este 21 de noviembre. Es decir, veintiséis meses más tarde de lo esperado.
El Parque, más amplio y mucho más moderno que el de Imperial, tenía que ocupar seis plantas de altura sobre rasante y una superficie de 3.712 metros cuadrados. En su interior se instalaría el retén 6 y la base del Samur de la calle de Alberto Aguilera , 20, con la de Vallehermoso. Sin embargo, Ahora Madrid dio uno de sus volantazos al proyecto original y ha dejado una zona para albergar a asociaciones vecinales y de la zona. Sin que nadie entienda muy bien el porqué de esa ubicación para estas entidades en un inmueble para servicios de emergencias.
Quejas vecinales
La ubicación también ha traído de cabeza a los residentes. Desde que el anterior equipo de Gobierno anunciara que San Bernardo se convertiría en una calle con constante entrada y salida de camiones de Bomberos y de Samur, quienes viven por allí se han manifestado en contra. Alertan del riesgo que supone para una vía con solo dos carriles, junto a varios centros educativos, y de que creará más «inseguridad contra el fuego» por los atascos.
A ello hay que sumarle el cerrojazo hacia la Gran Vía para los no residentes. Bien es verdad que los equipos de extinción de incendios están excluidos del veto de entrada a la avenida, aunque el paso de más peatones por ella puede complicar la ida y venida de los bomberos y los médicos municipales.
Noticias relacionadas