«Bella ciao», la canción de «La casa de papel», contra el Covid-19
Dos hermanos, un policía nacional y un violinista, unen sus instrumentos, desde la distancia, para enviar un mensaje de resistencia
Nació como mantra de resistencia antifascista en la Italia de los años cuarenta. Desde 2017, da la vuelta al mundo como banda sonora de la ficción «La casa de papel», que ha resonado también en muchas manifestaciones. Ahora, junto al «Resistiré» del Dúo Dinámico, se ha convertido en el himno de la lucha contra el coronavirus . El mítico «Bella ciao» se reinventa, esta vez, gracias a dos hermanos valencianos que han unido, con un mar de por medio, su violín y su violonchelo para enviar un mensaje de optimismo en estos días convulsos.
«La gente la conoce y la identifica con un momento de lucha», cuenta, desde Ibiza, José Ascensión , el hermano menor y violinista profesional. Saltó a la fama en las redes sociales tras compartir su versión de «Despacito» con el violín eléctrico, que acumula ya más de 11 millones de visualizaciones. «Es una manera muy bonita de acercar el violín a otro tipo de público. Se puede tocar desde Beethoven a Daddy Yankee», asegura. Ha pisado grandes fiestas con su instrumento, entre otras, las de Ushuaia y Nikki Beach. Además de tocar en eventos y discotecas, graba vídeos para sus seguidores —145.000 suscriptores en Youtube— y, en las últimas semanas, ha recibido mensajes inolvidables: «Le he dicho al médico que le ponga tu música a mi padre en la UCI» , fue uno de ellos.
Su última canción guarda un significado especial; el Covid-19 ha tocado a su familia, que no se reúne desde las pasadas navidades, muy de cerca. Su tío, de 60 años y sin patologías previas, lleva tres semanas intubado en la UCI de un hospital de Valencia. «Le van a llevar una tablet para que vea el vídeo», agradece Juan Antonio, policía nacional en la Unidad de Caballería de Madrid. Su mujer, Ana, es enfermera y ha dado positivo, por segunda vez, en la prueba de PCR . Su suegra, Isabel, auxiliar de enfermería, también. Sus hijos, de tres y seis años, tuvieron síntomas compatibles con el «bicho». Viven todos juntos en el pueblo abulense de El Tiemblo, en una casa de dos plantas, donde hace dos semanas que están confinados.
Obligados a abandonar sus puestos de trabajo, Juan Antonio y Ana han aprovechado para difundir este original «Bella ciao». «Es una canción para todos los compañeros sanitarios y policías, pero también para todos a los que consiga sacarles una sonrisilla», dice Juan Antonio. Antes del positivo de su mujer, patrullaba la capital a lomos de Leso, un pura raza español de ocho años. Recuerda cómo el sonido de los cascos de los caballos atraía a muchos curiosos a los balcones. «Me quedo con la imagen de un montón de niños gritándonos, ellos sí que están confinados», comenta.
Aunque, como su hermano, estudió en el conservatorio de Valencia, Juan Antonio tomó un camino distinto. «El mundo de la música es complicado, no tuve suerte, me enfadé un poco», reconoce. En 2011 aprobó las oposiciones a Policía Nacional: «Ahí empezó mi segunda vida. Desde entonces, cerré el instrumento». Sin embargo, el confinamiento ha logrado que desempolve su violonchelo , tras una década olvidado. Y ha sido una grata «sorpresa» para su mujer.
«Es nuestro himno», asegura Ana, que suele escucharla con sus compañeras, entre el ajetreo agotador del Hospital Virgen de la Poveda , uno de los centros donde el Hospital Severo Ochoa deriva a los contagiados. «He vivido los nervios, el miedo al bicho, la impotencia de no poder hacer todo lo que puedes porque estás saturado», comparte. «Quiero pedir perdón a los familiares por no poder salvar a todos», añade. Enarbola, pese a ello, un mensaje de aliento.
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