Bandas latinas: los pandilleros del tiroteo en un locutorio se enfrentan a casi medio siglo de cárcel
Cuatro Dominican Don't Play se sientan hoy en el banquillo, acusados de intentos de dos homicidios y organización criminal, entre otros delitos
Radiografía de la nueva generación de bandas latinas: tráfico de drogas, más menores, violaciones, armas y redes sociales
Ocurrió el 30 de septiembre de 2019. El corazón de Vallecas fue escenario de uno de los sucesos protagonizados por bandas latinas más salvajes que se recuerdan : el tiroteo, primero, entre pandilleros rivales en un locutorio de la calle de Peña Gorbea, en pleno bulevar, donde años antes fue asesinado un menor por causas parecidas. Luego, una reyerta a machetazos también en el distrito de Retiro, por la zona de Pacífico. Entre otras lesiones, uno de los heridos perdió la visión de un ojo. Por estos hechos, a partir de hoy se sientan en el banquillo cuatro miembros de los Dominican Don’t Play, que se enfrentan a cerca de medio siglo de prisión, sumando las penas de todos.
Según el escrito provisional de la Fiscalía, al que ha tenido acceso ABC, sobre las 22.30 horas de aquel día, los encausados y otros no identificados prepararon una ‘cacería’ (ataque) contra los Trinitarios, por el control de Puente de Vallecas. C. M. S. E., apodado ‘El Huevo’, con otros dos desconocidos, persiguieron a un rival, S. S. B., que, al verse acorralado, se escondió en el locutorio Julito. Le dispararon en varias ocasiones por la espalda y, al intentar huir del local, también le dieron machetazos en el brazo izquierdo y la mano derecha. Los tiros le impactaron en el hombro, las paredes torácicas posteriores de ambos lados, la zona lumbar... Tiene secuelas por medio cuerpo y no murió de milagro.
No contento con ello, el DDP apodado El Huevo , a su paso por la calle de Cafeto con la de los Hermanos Ruiz, la emprendió a machetazos contra el ‘simpatizante’ Trinitario J. M. A., de 19 años: le rajó en la cabeza, en el brazo izquierdo... Y también le han quedado enormes cicatrices por distintas partes del cuerpo. El mismo pandillero atacó, ya en la avenida de la Ciudad de Barcelona, a J. J. L. M., otro presunto rival, acuchillándole en los ojos, lo que le ocasionó una evisceración y la pérdida de la visión en el derecho. Agredió a un cuarto joven, al que le destrozó varios tendones en las manos y brazos, con secuelas permanentes.
Escopeta recortada
El procesado Á. J. R. V. fue detenido en Ciudad de Barcelona junto al anterior y dos menores, arrojando en unos arbustos dos machetes. En cuanto a M.F. O. R., fue arrestado en la calle de Játiva con la de Seco, cuando intentaba huir de los agentes, y tras deshacerse de una escopeta de cañones recortados cargada y dos fundas de machetes. El cuarto y último encausado es V. M. A. P., que participó en la ‘caída’, persiguiendo a los Trinitarios con armas.
El escrito del fiscal es especialmente interesante en la descripción pormenorizada que realiza sobre la naturaleza de los Dominican Don’t Play , incidiendo en que, en al menos cinco sentencias de la Audiencia Provincial y del Tribunal Supremo, se ha condenado a integrantes de la banda por pertenencia a organización criminal, para sustentar así una de las acusaciones.
Recuerda que los DDP se instalaron en España el 23 de diciembre de 2004, procedentes sus fundadores de los Latin Kings y los Ñetas: «Es un grupo violento dedicado a la comisión de delitos graves, para los que se utilizan armas e instrumentos peligrosos, y que cuenta con una organización y estructura rígida y estable, con una jerarquía definida, reparto de roles, reuniones periódicas, pago de cuotas, literatura y simbología propias».
El Ministerio Público pide 34 años y medio para C. M.S. E. por dos delitos de homicidio intentado; dos de lesiones; uno de tenencia ilícita de armas, y otro de pertenencia a organización criminal. Al reo M. F. O. R. le solicita 6 años por tenencia de armas y organización criminal; y a los otros dos encausados (Á. J. R. V. y V. M. A. P.), 4 años a cada uno por este último delito.
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