Ayuso quiere que la Asamblea investigue el «coladero» de Barajas: 731 casos y 2.900 asintomáticos
El PP quiere una comisión que se ponga en marcha antes del verano, y habilitará julio con ese fin
La primera comparecencia pública de la presidenta electa, Isabel Díaz Ayuso, ha sido una carga de profundidad contra el Gobierno central por dos temas: el descontrol en el aeropuerto de Barajas y la criminalización que, a su juicio, se está haciendo de la sociedad madrileña a raíz de los festejos de fin del toque de queda que se han reproducido en la capital y en muchas otras grandes ciudades de toda España.
Díaz Ayuso se presentó ante la prensa sola -tal vez para no dar protagonismo de más a ninguno de sus actuales consejeros en funciones- y disparó la primera andanada: «Voy a pedir al grupo popular en la Asamblea que solicite abrir una comisión de investigación sobre el tránsito en el aeropuerto de Barajas y su relación con los casos de Covid». Los datos que aportó, procedentes de la Dirección General de Salud Pública, reseñan 731 casos sintomáticos importados y 2.900 asintomáticos, y «aún tenemos 24 pacientes en el Hotel Ayre Colón», donde se confina a las personas que entran con sintomatología.
La comisión parlamentaria de investigación, dado el peso que ahora tiene el PP en la Asamblea madrileña, saldrá adelante sin problema. Y se pondría en marcha «cuanto antes», señaló la presidenta, para lo que quizá se habilite la primera quincena de julio en el parlamento madrileño. «Nos gustaría que se hiciera pronto y saber qué se va a hacer este verano en Barajas , porque a día de hoy no hay ninguna información al respecto. No sabemos qué porcentaje de pasajeros está siendo testado, desconocemos los protocolos...».
La falta de información es, precisamente, una de las quejas principales de la presidenta, que recuerda que «ni siquiera hay actas de los consejos interterritoriales de Sanidad». Esta de Barajas no es una reivindicación nueva en boca de Díaz Ayuso : «En mayo de 2020 ya solicité al Gobierno de España una actuación para seguir protegiendo a nuestros ciudadanos en la Comunidad de Madrid, ya que el aeropuerto es uno de los que tiene más tránsito en el mundo y no hemos tenido prácticamente información».
Libertad e ingleses
El siguiente punto de fricción fue las críticas que se están vertiendo desde el Gobierno central hacia los madrileños. La primera, de la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González, convencida de que del llamamiento a la libertad se ha pasado «al libertinaje». La segunda, de la ministra de Asuntos Exteriores, Arantxa González Laya , que relacionaba ayer en el Congreso la «libertad» pregonada por Díaz Ayuso y los malos datos de Madrid con que Reino Unido no incluya nuestro país entre los destinos seguros para el turismo.
Díaz Ayuso pidió ayer a la delegada del Gobierno y a los ministros «que dejen de criminalizar a la sociedad madrileña» y a reducirla a «estigmas como cañas, toros y borrachera» , algo que supone «una falta de aceptación del resultado de las urnas» y una «falta de respeto» a la sociedad madrileña, «trabajadora, pujante, que paga muchos impuestos y ha pasado años muy difíciles». Si se reduce la sociedad madrileña «a cañas y toros, mal vamos, siendo la primera economía de España y una de las más importantes del mundo a nivel cultural», recordó la presidenta.
«Lo primero que hace es pisar un aeropuerto sobre el que hay un vació absoluto en cuanto a la información»
En cuanto al turista de Inglaterra, añadió, «lo primero que hace es pisar un aeropuerto sobre el que hay un vació absoluto en cuanto a la información y el trabajo que se está haciendo para frenar la propia pandemia».
La jefa del Ejecutivo autonómico lamentó el «sinsentido normativo» en que han quedado las comunidades tras el fin del estado de alarma y volvió a pedir a Sánchez una normativa específica para la pandemia, en lugar de «pretender que nos encontremos con tortazos en los juzgados», al aconsejarles pedir toques de queda que están siendo rechazados.
La presidenta se mostró a favor de agilizar «lo más posible» los trámites para su investidura, que podría producirse los días 17 y 18 de junio. Espera contar con «el apoyo o al menos la abstención de Vox». Y, de momento, se toma un respiro antes de tener que ponerse a negociar con este partido los presupuestos: anunció ayer que no hará los de 2021 y se pondrá a trabajar ya para los de 2022, porque «sería muy complicado» sacar adelante dos en los meses que quedan.
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