La aventura madrileña de Astérix y Falbalá en el Zoo de Madrid

Una joven pareja de tiburones grises, llegados desde Francia, renuevan la población de escualos del Zoo Aquarium

Astérix, nuevo tiburón gris del Zoo Aquarium de Madrid RAFA ALBARRÁN

ADRIÁN DELGADO

Falbalá y Astérix sólo tienen dos años pero son cruciales para garantizar la diversidad de especies del Zoo Aquarium de Madrid . Acaban de llegar desde Francia para agrandar la familia de tiburones grises que el tanque principal acoge desde hace más de 20 años. Tras dos décadas de existencia, algunos de los ejemplares míticos han envejecido y otros, desgraciadamente, han fallecido. Por ello, la incorporación de una pareja de macho y hembra de este tipo de escualo es, en palabras de Pablo Montoto –biólogo conservador del acuario– «una gran noticia» para el zoo madrileño.

Su llegada a la capital ha sido todo un éxito a pesar de que el traslado de un «bicho» de estas características –como se refieren a ellos cariñosamente sus cuidadores– no es nada sencillo. Llegaron a Madrid desde el centro Marineland Antibes de Francia –motivo por el que han recibido los nombres de los personajes del cómic galo– el pasado mes de diciembre. La operación, de gran complejidad, fue dirigida por el propio Montoto. El Zoo tuvo que fletar un tráiler climatizado con dos cubas de 2,4 metros de diámetro y filtración autónoma que recorrió los 1.200 kilómetros que separan ambos centros pertenecientes a Parques Reunidos.

La odisea duró 26 horas. Durante el trayecto por carretera , el biólogo conservador y su equipo, supervisaron cada dos horas las condiciones de oxigenación y climatización de las cubas, que fueron cedidas por el Oceanográfico de Valencia. «Necesitan moverse porque su corazón no es capaz de bombear la sangre por sí solo. Ellos mismos, con su orina, contaminan de amonio el agua y es necesario medir los niveles para evitar un susto», explica el biólogo a ABC.

Pablo Montoto, en el centro, durante la preparación del traslado ABC

Falbalá y Astérix nacieron el 14 de diciembre de 2013 y superan ya el metro de longitud. En su fase adulta, alcanzarán los dos metros y medio de sus compañeros Griselda, Miliki y Cachito. La edad ha hecho mella en estos tres últimos tiburones grises . La prueba de que se han integrado, tras pasar una cuarentena aislados del resto del grupo, es que se alimentan bien.

Un par de cubos de pescado bastan para alimentar al grupo de tiburones grises que convive junto a otras cuatro especies diferentes de escualos: nodriza, alfombra, la impresionante tiburón toro Morgana y los dos últimos ejemplares de puntas negras. Su menú: arenques frescos y merluza . Resulta imponente ver cómo vive con otras especies amenazadas como la tortuga verde, la boba o el asombroso mero gigante de 80 centímetros Baldomero.

En 2002 nacieron en el Zoo de Madrid las primeras crías de esta especie, en situación vulnerable según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. «Poco a poco queremos ir teniendo parejas reproductoras para evitar tener que someter a las especies a largos viajes como el que hemos hecho con Astérix y Falbalá», explica Montoto a ABC.

Águila de mar

El biólogo se siente «contento» de ver cómo el Zoo Aquarium se ha convertido en poco tiempo en un referente entre los acuarios de España. «Es uno de los más completos y diversos, teniendo en cuenta el tamaño moderado de nuestras instalaciones», presume. En total 30 acuarios con una capacidad de más de 2 millones de litros de agua que concentran la magia de poder observar de cerca a 330 especies marinas diferentes . «¿Cuál te gustaría traer como novedad al acuario en el futuro?», le preguntan unos visitantes. «Un águila del mar, por ejemplo», confiesa.

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