La autopsia confirma que la octogenaria de Leganés falleció por causa natural
Su hijo, detenido por la Policía como sospechoso de la muerte de su madre, ha sido puesto en libertad
El caso de la muerte de Felisa, una anciana de 86 años desplomada el miércoles por la noche al entrar en su domicilio de Leganés después de que su propio hijo le hubiera echado horas antes, ha dado un giro de 180 grados. El resultado de la autopsia ha dictaminado que la octogenaria falleció por causa natural, por lo que su vástago, detenido como presunto homicida, ha quedado en libertad. Pese a que los testimonios de la otra hija de Felisa –que acompañó a su madre hasta el portal para comprobar que todo estaba en calma– y los vecinos de las viviendas colindantes apuntaban en una sola dirección –«escuchamos un fuerte golpe y después un portazo», coincidían–, el veredicto del Instituto Anatómico Forense ha determinado que la mujer murió, previsiblemente, a causa de un infarto.
Con todo, los agentes de la de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la comisaría de Leganés procedieron a su arresto la misma noche de los hechos después de entrevistarte con familiares y vecinos, los cuales aseguraron que este individuo, de 55 años, llevaba años agrediendo a sus padres. Por ello, había sido detenido anteriormente por violencia doméstica y solo Felisa continuaba en el domicilio junto a él.
Al llegar la primera dotación de la Policía Nacional al inmueble, el yerno de la víctima manifestó lo siguiente: «Sabíamos que iba a pasar, sabíamos que iba a pasar. La ha matado, la ha matado». La versión de la hija, que no pasó del portal por miedo a que su hermano pudiera hacerle daño, coincidía con la del resto de residentes, acostumbrados a los gritos, insultos y agresiones de este sujeto en el interior del domicilio familiar. Cuando los efectivos procedieron a abrir la puerta de la vivienda, el ahora puesto en libertad se abalanzó sobre ellos, lo que obligó a que fuera reducido.
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