Asalta, amordaza y agrede sexualmente a su hija durante un falso secuestro en Carabanchel
La Policía Nacional arresta a un hombre de 42 años acusado de someter a todo tipo de abusos a su vástaga, de 17, durante al menos los últimos tres años
Narcotizada, secuestrada y agredida sexualmente por su propio padre. La Policía Nacional detuvo el pasado domingo a un hombre de 42 años acusado de someter a todo tipo de abusos a su vástaga, de 17, en el domicilio de Carabanchel donde ambos residen. A tenor del explícito material encontrado por la Policía Nacional en el teléfono móvil y el ordenador del presunto autor, la infame situación se habría prolongado durante al menos los últimos tres años. Para evitar ser descubierto, el arrestado tenía amenazada a la madre de la joven, a la que también maltrataba con asiduidad.
Un macabro plan que saltó por los aires el pasado 14 de octubre. Ese día, el padre de la menor, que en todo este tiempo nunca recordó ninguno de los episodios debido a los narcotizantes suministrados, asaltó a su víctima con un cuchillo y le hizo un profundo corte en la muñeca. Nervioso, urdió un plan a todas luces esperpéntico. Llamó a su otra hija –que no reside en la vivienda– para advertir de que alguien le estaba enviando fotos y vídeos de su hermana, en las que aparecía desnuda y amordazada en el propio piso, y que por ello le estaba exigiendo el pago de mil euros.
De inmediato, la interlocutora alertó al 091 para dar cuenta de lo sucedido. Los agentes se trasladaron entonces a la casa y encontraron a la menor tumbada en la cama y aún desorientada. Tras ser atendida, la adolescente relató a los investigadores que un individuo le había atacado por la espalda con un cuchillo, para después taparle la cabeza y maniatarla en pleno forcejeo. Posteriormente, esta misma persona le había obligado a desnudarse y pedir ayuda a sus padres a través del citado rescate. Para completar la simulación, el falso captor se había llevado un teléfono móvil, un ordenador portátil, dinero en efectivo y una tarjeta de crédito, según lo reseñado por la agredida.
Así, con todas las piezas puestas sobre la mesa, los agentes iniciaron una búsqueda que dio sus frutos ocho días después con la detención del padre de la joven. Fuentes policiales han señalado a este periódico que las sospechas se cernieron sobre él dado lo incomprensible de su testimonio. En primer lugar, acusó a otro hombre que se movía en silla de ruedas y supuestamente acosaba a su familia. La incongruencia fue tal que llegó a decir que había visto a este sujeto levantarse de la silla en alguna ocasión.
A medida que la investigación avanzaba, los agentes comprobaron que el ahora detenido, de origen boliviano, contaba con antecedentes por malos tratos en el ámbito familiar. Con todo, fue arrestado en su lugar de trabajo, un taller mecánico en el que se halló un móvil donde almacenaba los vídeos de contenido sexual realizados a su hija. Ya en su domicilio, se encontró además el teléfono de la víctima, así como diversas bridas, cinta de carrocero, cuerdas y sustancias farmacológicas empleadas en el «secuestro».
Gracias al material informático almacenado, la Policía pudo constatar que el sospechoso había agredido sexualmente a su hija durante los últimos tres años. Unos reiterados hechos de los que la madre, boliviana de 43 años, era conocedora, por lo que también fue detenida. Tras comparecer ante el juez e incidir en las amenazas que este le infligía, fue puesta en libertad con cargos. El caso, no obstante, continúa abierto a la espera de dilucidar el posible uso de las filmaciones descubiertas.
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